Vivimos como suizos
Tonterías
De la lucha de clases pasamos a la lucha de géneros y ahora estamos en la lucha de generaciones
La Preysler de ébano
Con los pies
En una entrevista en 'Magazine', Estrella Morente dice que no tiene tiempo para tonterías. Me recuerda a cuando Benedetta Craveri, refinada cronista de 'saloniers', contó que en su casa sólo se hablaba de cosas importantes. También es gracioso que Morente no esté para tonterías pareciendo, ... entrevista tras entrevista, alguien tan menso. Yo sí estoy para tonterías. Por eso lo que más me ha llamado la atención de los españoles que han vuelto de la flotilla, además de quejarse de maltrato, es que les han puesto unas chanclas espantosas. Son más feas que los calcetines de avión con los que se presentó Esperanza Aguirre en rueda de prensa cuando volvió de la India (le pilló el atentado del hotel Oberoi de Bombay). El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, vaya usted a saber, también ha dicho que un miembro de la flotilla (no sé si hombre o mujer: «a spanish citizen») mordió a una mujer del equipo médico en la prisión de Ketziot. Pero el maltrato chanclas mediante es evidente (aunque a ellos no les importe; miren aquel alcalde de Bildu en San Sebastián al que llamaban 'el chanclas'). Paso por la camiseta blanca y el pantalón de chándal gris, pero esas chanclas son de las que lleva cualquier marroquí por las calles de Torre Pacheco. ¿Los han vestido de moros? Las chanclas son horribles. En general y esas en particular, las lleve quien las lleve. Colau o su porquero. Como decía Samantha en la primera película de 'Sexo en Nueva York' sobre no depilarse, ni en el corredor de la muerte.
Pero es que veo 'Romería', la elogiada película de la elogiada Carla Simón, y en lo que más me fijo es en los pelos axilares de la protagonista. Y en que su tía los lleva también. Y en que otra de sus tías, que le hace un vestido sin mangas y tiene pinta de depilarse, no hace ningún comentario, ni siquiera tiene una mirada de sorpresa sin comentario por lo de la buena educación y no molestar a la chica. Yo qué sé, como de la lucha de clases pasamos a la lucha de géneros y ahora estamos en la lucha de generaciones (malditos 'boomers' y equis), pues debo de estar en algún frente. El de las señoras mayores frente a las jóvenes. Cineastas o no.
También he visto 'Los domingos', de Alauda Ruiz de Azúa (se estrena el 24 de octubre). Me ha gustado mucho. Pero otra vez lo que más me ha sorprendido es una tontería. Una tontería de esas para las que estoy tan capacitada, como Fernando Fernán Gómez lo estaba para no hacer nada (yo también, cualquiera, menudo mérito). Hay un momento en la película que no es una misa porque están las monjas solas, pero es como las peticiones de las misas. Piden «por los inspectores de Hacienda, para que hagan bien su trabajo». Te rogamos, óyenos. Es más chocante que una chica de 17 queriendo ser monja de clausura. Lo más extraordinario que he escuchado en el cine español de los últimos años.