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VIVIMOS COMO SUIZOS

Los impíos

Tanta majadería hay en cierto progresismo legislativo como en el bienintencionado borreguismo social

Playboy (4/04/2023)

El crusaíto (3/4/2023)

Rosa Belmonte

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Menuda sorpresa que la Fiscalía descarte delito de odio en los gritos del colegio mayor Elías Ahuja, como nos contaba ayer el periódico. Menuda sorpresa que, con la Ley de garantía integral de la libertad sexual, que entró en vigor después, sí hubiera habido ... delito. Menuda majadería semejante progresismo legislativo. ¿Es progresista castigar algo tan idiota? Jean-François Lefebvre, caballero de La Barre y uno de los símbolos franceses de la intolerancia religiosa, fue decapitado y quemado a los 20 años el 1 de julio de 1766, acusado de impiedad y blasfemia. El 9 de agosto de 1765 apareció con daños un crucifijo en un puente de Abbeville y el obispo de Amiens amenazó con excomulgar al que tuviera información y no la diera. Un juez que tenía tirria a La Barre dijo que lo había visto no quitarse el sombrero ni hacer una genuflexión al pasar una procesión. Y, según la denuncia, también entonó canciones impías. Supongo que el equivalente al «Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas…». Además, le encontraron en su casa, entre otros libros, el prohibido 'Diccionario filosófico' de Voltaire. Claro que la comparación es una exageración. Casi todas las comparaciones sobre épocas distintas lo son. Pero la intolerancia, aunque con consecuencias distintas, está en un sitio y en el otro. Y lo peor, gente que parecía razonable, se sumó a la condena social borreguil contra los asilvestrados muchachos del Ahuja.

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