vivimos como suizos
Playboy
Marlène no es una manzana cualquiera sino una secretaria de Estado francesa
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Iniciar sesiónLo que más me gusta del lío de la secretaria de Estado francesa de Economía Social y Solidaria posando en 'Playboy' es que siga existiendo la revista 'Playboy'. Y no por las razones de Edgar Neville, que en 1966 publicó en ABC: «El calendario ... es para recordarnos lo que debíamos haber hecho ayer y no hicimos. Por eso yo sólo tengo el calendario de 'Playboy', con unas chicas estupendas y los números del mes tan pequeñitos que apenas se ven». Pero menos cerca estoy de Gloria Steinem, que en 1963 se puso un rabito, se infiltró en el Playboy Club de Nueva York para hacer su conocido reportaje 'Yo fui una conejita de Playboy' y creerse Rosa Parks Avenue. Steinem dijo que una mujer leyendo 'Playboy' se sentía como un judío leyendo un manual nazi. Anda y tira para la casa.
Aunque el 'Playboy' ya no es lo que era (¿se acuerdan de cuando anunciaron que iban a sustituir los desnudos por sensualidad?). Y que no sea lo que era o lo que significaba es algo de lo que parecen no haberse dado cuenta los que han puesto el grito en el cielo con Marlène Schiappa. Como si la primera ministra francesa no tuviera ya bastantes problemas. Pero yo es que ahora oigo Marlene y no pienso en Mourreau ni en esta señora sino en el anuncio de «Soy Marlene, no soy una manzana cualquiera, soy hija de los Alpes». Y claro que estoy de acuerdo con Walter Cronkite, al menos por esto que estoy escribiendo, en que la diferencia entre el periodismo objetivo y las columnas de opinión es la misma que hay entre la Biblia y el 'Playboy'.
Por supuesto que Schiappa posa vestida. Y por supuesto que hay en la revista que sale el jueves doce páginas donde habla de la libertad de las mujeres (la suya para salir en 'Playboy'), feminismo, ecología o cambio climático. Y seguramente será un coñazo, nada parecido a cuando en 1987 Pierrette Lalanne, la madre de Marine, se vengó de su marido tras el divorcio y posó a cuatro patas fregando con cofia y mucho recochineo. La revista 'Playboy' existe. Y también la secretaría de Estado de Economía Social y Solidaria. ¿Pero qué demonios es eso?
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