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la tercera

Garcilasos y Castillejos

«El triunfo de Garcilaso no fue acabar con los romances, sino dar entrada a un nuevo ritmo. El endecasílabo es lo mejor que le ha llegado a España desde Escipión, pero no supuso la muerte del octosílabo patrio que defendió Castillejo, que acabó pactando con los nuevos poetas»

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CARBAJO&ROJO

Miguel Herrero de Jáuregui

Hablemos de política española como gusta hoy, con profusión de rimas y de nombres propios. Transformada en campaña permanente, la política ha abandonado la prosa y las matemáticas para volcarse en la poesía. Cantemos, pues, según la ley de la selva. Pero sean selvas ... dignas de un concejal. Mucho se aclararían los pactos que todos evocan y nadie sabe cómo abordar si nos diéramos cuenta de que en España coexisten garcilasos y castillejos. Los adjetivos rotundos enardecen a los propios y sonrojan al rival, pero luego no los podemos retirar sin traicionarnos. Probemos ahora estos dos, que marcan muy claras diferencias y a la vez permiten salvarlas sin avergonzarse.

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