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la tercera

Ese olor a manzanas podridas

El corruptor necesita encontrar el vehículo adecuado para colocar la propuesta normativa propiciatoria en la ley convenida por el corrupto

Estar en lo que hay que estar

Apagones: el pasado y el futuro

Mario Garcés Sanagustín

Schiller, para escribir, necesitaba en su mesa el aroma de manzanas podridas. Se desconoce si existía una extraña conexión entre la fetidez olfativa y la estimulación neurológica del poeta alemán, o bien era un reto sensorial para rematar cuanto antes el sufrido arte de la ... escritura. En estos tristes días en que las frutas fermentan en la carrera de San Jerónimo, un fétido olor a putrefacción sulfúrico recorre nuestro país. Es la pandemia hedionda de la corrupción política, que, a diferencia de las diez plagas del Éxodo, no liberarán a los españoles de la servidumbre de la resignación y del tribalismo político.

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