PINCHO DE TORTILLA Y CAÑA

Venganza

Lo que más me gusta de la canción de Shakira contra Piqué es que, de alguna forma, legitima la venganza

Como no soy lector habitual de las revistas del corazón y el cotilleo de alcoba me interesa lo justo, la magnitud de la onda expansiva de la canción protesta de Shakira contra Piqué me ha pillado desprevenido. Por eso he tardado tanto en reaccionar. Al ... principio tuve que improvisar una postura para no quedarme al margen del gran debate que en pocas horas se apoderó del país. No sabía gran cosa de lo que había pasado, pero instintivamente me coloqué más cerca de la cantante que del exjugador del Barça. Y confieso que esa reacción me desconcertó. Era impropia de mí. No simpatizo con la idea de lavar los trapos sucios a la vista -y los oídos- de millones de personas, y menos aún si hay menores de por medio. Sin embargo, mentiría si dijera que me mantuve neutral. Mis simpatías estaban claramente con ella (el adverbio no es ironía). Primero pensé que me estaba dejando influir por la postura de mis hijas, que enseguida me hicieron saber que ellas eran del 'Team Shakira' -la expresión es literal-, y por mis veleidades madridistas, que incluyen cierto desdén por todo lo que huela a blaugrana. Pero ahora sé que no era por eso. Lo que más me gusta de la canción es que, de alguna forma, legitima la venganza.

Me lo hizo ver uno de los muchos 'memes' que llegaron a mi móvil. En el punto más bajo de una escala de cero a diez aparecía la foto de Tamara Falcó, y en el otro extremo la foto de Shakira. El texto decía: «Usando esta escala, valora cómo eres de rencoroso». El ejercicio, maniqueo a más no poder, daba por supuesto que la bondad es sinónimo de perdón y que la maldad es su antónimo. No creo que sea verdad. Al menos, no del todo.

Hace algunos años leí un artículo del psicólogo catalán Joan Garriga que sostenía la tesis de que el perdón de una infidelidad conyugal puede ser peligroso cuando deja en un plano de superioridad moral a un miembro de la pareja. Anoté esta idea, con la que estoy básicamente de acuerdo: demasiado a menudo el perdón es un mensaje que se interpreta como «yo como bueno, te perdono a ti como malo», y de esa manera uno se eleva por encima del otro a través de un planteamiento falso que nace de las buenas intenciones y no de la verdad del corazón.

La propuesta del autor del artículo era que había que «vengarse con amor», lo que -si lo entendí bien- significa algo así como devolver el daño sufrido, aunque procurando que sea de menor envergadura para restablecer un estado de igualdad entre el ofensor y el ofendido. Bien mirado no es algo muy distinto al concepto de respuesta proporcional que exige la idea de justicia. El mal no debe quedar sin castigo. Aunque la canción de Shakira se haya pasado de frenada, no viene mal que ayude a romper determinados clichés de falsa moralina. Pincho de tortilla y caña a que el papanatismo no convierte al amor en algo más duradero.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios