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PINCHO DE TORTILLA Y CAÑA

Venganza

Lo que más me gusta de la canción de Shakira contra Piqué es que, de alguna forma, legitima la venganza

Luis Herrero

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Como no soy lector habitual de las revistas del corazón y el cotilleo de alcoba me interesa lo justo, la magnitud de la onda expansiva de la canción protesta de Shakira contra Piqué me ha pillado desprevenido. Por eso he tardado tanto en reaccionar. Al ... principio tuve que improvisar una postura para no quedarme al margen del gran debate que en pocas horas se apoderó del país. No sabía gran cosa de lo que había pasado, pero instintivamente me coloqué más cerca de la cantante que del exjugador del Barça. Y confieso que esa reacción me desconcertó. Era impropia de mí. No simpatizo con la idea de lavar los trapos sucios a la vista -y los oídos- de millones de personas, y menos aún si hay menores de por medio. Sin embargo, mentiría si dijera que me mantuve neutral. Mis simpatías estaban claramente con ella (el adverbio no es ironía). Primero pensé que me estaba dejando influir por la postura de mis hijas, que enseguida me hicieron saber que ellas eran del 'Team Shakira' -la expresión es literal-, y por mis veleidades madridistas, que incluyen cierto desdén por todo lo que huela a blaugrana. Pero ahora sé que no era por eso. Lo que más me gusta de la canción es que, de alguna forma, legitima la venganza.

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