café con neurosis
Bancos... ¿patriotas?
Casi todos los grandes bancos españoles tienen origen regional, pero ninguno de ellos ha tenido problemas con su lejana cuna geográfica
Avanza... el maniqueísmo
Pequeñas cosas importantes
Creía que, en los bancos, el patriotismo, o el patrioterismo vendría a ser un oxímoron, como sería la enfermedad saludable o la castidad lujuriosa. Sin embargo, en la entretenida e insólita opa del BBVA sobre el Banco Sabadell parece que, además de la financiación, existen otras emociones ... , ajenas al pragmático universo del dinero y su rentabilidad.
Habría que buscar el extraño origen de mezclar emociones con la cuenta de resultados en aquellos lejanos días en los que un presidente de la Generalitat decidió convertirse en prófugo de la Justicia, a cambio de ser héroe por unos minutos, y enviar a la cárcel a sus colegas.
Durante las jornadas siguientes –y los años– cerca de 8.000 empresas cambiaron su sede social, ante el miedo a la inseguridad jurídica que habían provocado los secesionistas. Es curioso que algunas de estas empresas eran propiedad de personas que hasta entonces habían mirado con simpatía a los secesionistas, que ellos llamaban 'nacionalistas', como un sector del PNV denominaba a los asesinos de ETA «los chicos».
Algunos que vivieron esa convulsión fueron los bancos de origen catalán, Caixabank y Sabadell, de tal manera que –según me contaron– al siguiente día, de las oficinas del Sabadell, en la zona del paseo de Gracia, treinta millones de euros, procedentes de varias cuentas, salieron por traslado a sucursales fuera de Cataluña. En un sólo día, y de una sola zona.
Tengo menos información directa de lo que sucedió en la entonces 'Caixa', pero la muestra más evidente de que sufrieron los embates propios del intento de golpe de Estado fue una costosa campaña de publicidad, en la que 'La Caixa' hacía un breve –pero amplio recorrido, fílmico y folclórico– por las diferentes regiones españolas, con el objeto de convencer a sus miles de clientes, repartidos por la península, de que sus accionistas se sentían tan a gusto viendo bailar una sardana como si era una muñeira o una sevillana. Y eso fue incluso mucho después de que cambiara su domicilio social, lo sacara de Cataluña y se lo llevara a Alicante.
En realidad, casi todos los grandes bancos españoles tienen origen regional –Santander, Banco Bilbao-Vizcaya, etcétera– pero ninguno de ellos ha tenido problemas con su lejana cuna geográfica, entre otras cosas porque al extenderse, incluso más allá de las fronteras de España, sería bastante difícil de entender para un cliente de Londres o un accionista de brasileño.
Que se rumoree que empresarios catalanes, simpatizantes del nacionalismo, presionen en contra de la opa no creo que sea bueno para una entidad bancaria que tiene dos tercios de sus cuentas fuera de Cataluña. Y es que ya se sabe lo susceptibles que son los españoles que viven fuera de Cataluña. Y, sobre todo, lo asustadizo y receloso que es el dinero.
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