Gámez y su marido, juntos y por separado, compraron tres pisos entre 2009 y 2012, con lo que el vecindario del socialismo malagueño habría de preguntarse aquello del cuplé: «¿De dónde sacan pa'tanto como destacan?». Con sueldos públicos o privados nadie puede meterse en ... adquirir tres viviendas casi de golpe. Luego, la respuesta está en que el marido y los cuñados de la exdirectora de la Guardia Civil no eran empleados por cuenta ajena, no, sino fabulosos emprendedores de Jaén, consultores altivos, convertidos en gurús y salvadores de media docena de sociedades anónimas que tenían un pie en la tumba.
Ninguna se salvó de la fosa, pese a los consejos de los hermanos Martínez, cuyo secreto para sablear a las compañías subvencionadas consistía en que antes habían ejercido de chicos para todo en el PSOE andaluz, hasta recaer en las consejerías y los meandros políticos donde se aprobaron unas ayudas públicas que supuestamente sirvieron para que la familia Martínez comprara pisos de tres en tres.
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