POSTALES
El bumerán de la investidura
Lo único seguro es que el Senado ya ha votado una moción contra esa amnistía y que cuatro años más de sanchismo van a ser borrascosos
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Podía haber titulado esta Postal 'La hora de la verdad' pero resultaría cínico cuando es la mentira lo que circula en nuestra escena política. También hubiese podido titular 'Los errores se pagan caros' porque ya son muchos los que los cometieron, pagando un alto precio ... por ello, comenzando por Pablo Iglesias y Podemos, convencidos de que España era de extrema izquierda y ya ven ustedes en qué han acabado, de clínex de un aventurero. Les siguió Albert Rivera con su Ciudadanos, que se han diluido como una bengala de colores. La siguiente ha sido Yolanda Díaz, con su Sumar, que ha restado a la izquierda y al centro con sus carantoñas con Carles Puigdemont y pienso que ahora le toca el turno a Vox, que en vez de conformarse con lo que es, la derecha de la derecha, ha sembrado dudas sobre su apoyo a Feijóo. Aunque también cometió algún error, como cuando dijo que en la cuestión del Gibraltar había que tener en cuenta a los españoles que allí trabajan. Alguien en su entorno le vendió ese viejo cuento. A esos españoles hay que buscarles trabajo en España, para que la colonia inglesa en nuestro territorio, la última en Europa y pronto en el mundo, no sea una sanguijuela en nuestra economía y una vergüenza para los españoles. Si Abascal hubiese dejado claro desde el primer momento que sus votos nunca facilitarían otro mandato de Sánchez, este no podría usarlos como dudosos.
Porque la situación es muy clara. Un duelo entre Feijóo con 172 votos seguros y un Sánchez que asegura tener amarrados 178. Pero la cosa no es ni mucho menos segura. Y si se lo ha dicho al Rey ha vuelto a mentir con esa aplomo que se gasta. De entrada, tiene asegurado los votos de su partido, pues no creo que haya socialistas que le fallen. Tampoco los de Sumar porque sería su disolución. Pero los de los separatistas catalanes es otra cosa. De entrada ERC y Junts mantiene una lucha a muerte por gobernar su territorio. Y tienen el mismo miedo a ser tratados como traidores. Hace poco incluso pasaron una resolución en su Parlament exigiendo la amnistía de cuantos participaron en el alzamiento de 1-O, que son más de 80, con Puigdemont a la cabeza, y un referéndum de independencia.
Estén seguros de que Sánchez habrá dicho al Rey que los españoles lo tragarán, como tragamos con el indulto anterior de los principales cabecillas del golpe de Estado. Y esos votos deben darle la mayoría de investidura. Puede que una solución salomónica, dejar que lo decidiese el pueblo español, hubiese sido la salida más justa. Pero lo único seguro es que el Senado ya ha votado una moción contra esa amnistía y que cuatro años más de sanchismo van a ser borrascosos. Mejor abrocharse los cinturones de seguridad.
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