la suerte contraria
25 años de paz
Así que adelante, con Unamuno: ni pacificación, ni fin del 'procés' ni primavera
Nebulossa Sánchez
Sánchez y el caos
Ya tenemos nuevo mantra: la pacificación de Cataluña ha sido posible, el 'procés' ha muerto y en España es primavera.Todo ello por obra y gracia de Sánchez, especialmente la primavera, con sus jacintos, sus narcisos, sus prímulas y hortensias. Por supuesto, nada de ... eso es cierto. Empezando por la primavera, que en lugar de una noche de jazmines en Triana nos ha traído un otoño plomizo como de clip de Morrissey en el Mánchester de los ochenta.
Lo malo de escribir los sábados es que todo está ya dicho. Lo bueno es que no siempre se ha dicho bien. Y que por más que repitan el mantra no conseguirán hacerlo creíble. Como decía Unamuno: «¿Tropezáis con uno que miente?, gritadle a la cara: ¡mentira!, y ¡adelante! (…) ¿Tropezáis con uno que dice tonterías, a quien oye toda una muchedumbre con la boca abierta?, gritadles: ¡estúpidos!, y ¡adelante! ¡Adelante siempre! (…) Con que una vez, una sola vez, acabases del todo y para siempre con un solo embustero habríase acabado el embuste de una vez para siempre».
Así que adelante, con Unamuno: ni pacificación, ni fin del ‘procés’ ni primavera. Y, por encima de todo, nada de ‘resultado malo del independentismo’. Junts ha tenido un buen resultado. Quien ha tenido un mal resultado es ERC. ¿Y qué ha hecho Esquerra que no haya hecho Junts? Pues dos cosas. La primera gobernar, mancharse las manos, bajar al barro de la gestión, dejar de tirar petarditos y hacer cosas de mayores. ‘In-to-le-ra-pla’. Y la segunda pactar todo con el PSOE, ser su muleta, su pagafantas, esos ‘pringaos’ que venían a romper España y que lo único que han conseguido es romperse ellos y asegurar la gobernabilidad del país. Llámenme raro, pero querer salir de una crisis originada por entregarse al PSOE en Madrid entregándose además al de Barcelona no parece una solución de gente lista. No descartemos, por lo tanto, que lo hagan.
Pero en ningún caso se puede hablar de fin del ‘procés’. El ‘procés’ lo terminó la Sala Segunda del Supremo. Lo que ha hecho Sánchez, en todo caso, es avivarlo, dar a Puigdemont una segunda vida, una segunda oportunidad para armarla -«ho tornarem a fer»- y un segundo as para convertirse en líder del independentismo, que es un león dormido. Y un león que despertará. Lo hará. Por supuesto, cuando gobierne el PP. El PSOE culpará de ello a Feijóo como culpa a Rajoy, cuando el mayor culpable será quien en lugar de llevar a Puigdemont a la cárcel lo llevó a un cantar de gesta. Un Roger de Flor, sin flor.
Aun así, lo peor es escucharlos hablar de paz. Esta gente ha dado un golpe de Estado. Y el PSOE ha intentado acabar con la independencia del poder judicial, ha roto la separación de poderes, el imperio de la Ley y la igualdad entre españoles. Su discurso sigue la misma lógica que el de Franco cuando '25 años de paz': «A pesar de todo, ¡qué bien estamos!». Así que ya saben: no les tengan en cuenta si se han pasado la democracia por el forro y esperen a que la primavera reviente los claveles. Y, sobre todo, ya saben: no se metan en política.