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DIARIO DE UN OPTIMISTA

La ONU, en busca de la universalidad

Las Naciones Unidas muestran un importante desfase entre el Derecho derivado de sus fundadores occidentales y las poblaciones que hoy ocupan sus escaños y que no son occidentales en absoluto, ni en su cultura, ni en sus convicciones

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Guy Sorman

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La Organización de las Naciones Unidas acaba de celebrar su 80 aniversario. Cuando se fundó nadie habría imaginado, dada la abundancia de críticas, que atravesaría épocas y crisis internacionales importantes. Si la ONU sigue existiendo es porque cumple alguna función: no la que proclama como ... garante de la paz, sino como lugar de conversación entre hombres y mujeres de culturas, civilizaciones e idiomas que separan la geografía y la ideología. Cualquier miembro de la ONU, en un mismo impulso retórico, es capaz de criticar la organización, su burocracia, su ineficacia, y añadir que es insustituible, como una especie de café del comercio mundial. También parece que la elección de Nueva York, muy controvertida en un principio, pero condición indispensable para que Estados Unidos se uniera a la organización, fue acertada: Nueva York es la ciudad más cosmopolita del mundo. Se dice que en ella se hablan 700 idiomas diferentes y los neoyorquinos acaban de elegir a un musulmán como alcalde de la ciudad judía más grande del mundo. Lo que demuestra que en este lugar todo es posible, incluso lo improbable. Nadie cuestiona, si no la utilidad de la ONU, al menos su existencia; al mismo tiempo, se evita cuidadosamente mencionar algunas de sus contradicciones fundamentales, aquellas que deberá abordar su próximo secretario general, que sin duda será un diplomático argentino, Rafael Grossi.

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