Luces y sombras de Occidente

LUCES. 1. Los grandes avances tecnológicos. Éste es un hecho de una enorme resonancia en muchos campos: desde Internet a las redes sociales pasando por la aparición del teléfono móvil o la energía fotovoltaica y la geotérmica y más… Todo esto ha cambiado el mundo y la vida ordinaria de forma muy marcada. Nunca hubiéramos podido pensar alcanzar estos logros que han cambiado el mundo y le han hecho progresar de forma extraordinaria.

2. Las comunicaciones. Y esto va desde la posibilidad de tener información inmediata, en tiempo real, de lo que está ocurriendo en el mundo, pasando por saber lo más reciente que está sucediendo en esos momentos. Decía McLuhan que el mundo se ha convertido en un planeta global. Estamos híper informados e incluso se puede decir que asistimos a un bombardeo informativo: una saturación de noticias, una verdadera bulimia que a menudo produce una saturación por exceso de información, si no sabemos hacer una síntesis adecuada y selectiva. Las dos guerras en marcha en este momento, la de Rusia-Ucrania por un lado, y la de Israel-Hamás por otro, llenan el panorama periodístico; en esta última reactivación del conflicto de Gaza, que tiene un largo recorrido, sabemos con detalle la ayuda humanitaria que llega, la presencia del presidente de EE.UU., Joe Biden, o lo que ha dicho el primer ministro británico, Rishi Sunak. Por otra parte, otro de los grandes logros son los desplazamientos aéreos. Uno puede acceder a cualquier rincón del mundo sin problema. Los primeros vuelos aéreos se producen hacia el 1901-1902, gracias a la ingeniería de los hermanos Wright… Acabo de estar en México hace unas semanas y volé en el A-350, que es el avión más moderno que existe en este momento, con unas condiciones de excelencia extraordinarias.

3. Los grandes avances médicos. Dato: hacia 1910 la expectativa de vida estaba en torno a los 60 años, hoy en día está en está en torno a los 85-90 años. Son muchas las ramas de la Medicina en las que el progreso ha sido extraordinario; desde el campo del cáncer, a las enfermedades infecciones o a la prevención de muchos padecimientos que antes se convertían en crónicos. En mi campo, la Psiquiatría puedo nombrar muchas consecuciones positivas: 'vacunas farmacológicas' que frenan las recaídas de las depresiones monopolares y bipolares; los modernos antidepresivos que utilizamos hoy han cambiado el panorama clínico: vía oral, intramuscular, intravenosa, subcutánea, y recientemente se están utilizando algunos potentes analgésicos en forma de espray nasal, que corrigen estas enfermedades endógenas con bastante rapidez.

4. La incorporación de la mujer a todo tipo de trabajo. En este momento, podríamos decir que el feminismo bueno ha sido capaz de llevar a la mujer a tener las mismas posibilidades y acceso al mismo nivel de trabajo que el hombre. Hoy en las universidades españolas, en Medicina, ya más del 60 por ciento de los alumnos son mujeres. En muchas facultades de Derecho, no sólo en España, sino en países de la Unión Europea, las mujeres son casi el 70 ciento. Merkel es la mujer que ha mandado en Europa hasta hace unos años; en este momento la presidenta de la Comisión Europea es Ursula von der Leyen. Christine Lagarde es ahora mismo la mujer más poderosa de Europa, presidenta del Banco Central Europeo, y está luchando a fondo contra la inflación. En este momento, la mitad de los ministros en casi todos los estados de la Unión Europea son mujeres.

5. El crecimiento de la solidaridad en el mundo. Es impresionante lo que ha sucedido en este sentido. Hoy la adhesión y la ayuda a países pobres o con graves dificultades socioeconómicas es una realidad. Ha crecido el número de ONG y plataformas volcadas en este sentido. Se han multiplicado las asociaciones humanitarias y si echamos un vistazo, la Unión Europea está poblada de ellas, con una eficacia muy operativa.

SOMBRAS. 1. El haber perdido el sentido de lo que es el ser humano. Se han colado en la sociedad dos notas muy negativas que son la permisividad y el relativismo. Todo vale, la verdad no existe… y todo depende de la óptica persona o de lo que diga la mayoría. Y esto da lugar a un ser humano que no tiene ni referente con todo lo que eso significa. Asistimos a una desorientación de enormes proporciones que deja al ser humano perdido, a la deriva.

2. La destrucción de la familia. Los datos son escalofriantes. El índice de familias rotas es altísimo y aparecen además las parejas de hecho y una cascada de parejas rotas, vueltas a rehacerse y vueltas a romperse. Y nos encontramos con un tremendo individualismo y una soledad emergente extraordinaria. En el Reino Unido y Japón hay ya un Ministerio de la Soledad, ya que hay cada vez más depresiones, vidas rotas, y gente aislada, con altos riesgos de suicidio.

3. La banalización de la sexualidad. El sexo se ha convertido en un bien de consumo. A menudo en esta sociedad, las personas son utilizadas como si fueran cosas. Se busca el placer inmediato y todo enmarcado en la llamada cultura de la inmediatez: son muchos los que quieren todo y lo quieren ya. La revolución sexual arranca en mayo del 68 («prohibido prohibir»), la revolución de Pekín de 1995 (que sustituye el concepto de sexo por género: tú puedes construir tu sexualidad como tú quieras), y la revolución sexual global entorno al año 2020 (puedes hacer con tu sexualidad lo que quieras sin sentimientos de culpa).

4. El bombardeo informativo de grandes proporciones, que deja una impresión tremendamente negativa. Casi todas las noticias que aparecen en los informativos y en la prensa, tanto digital como en papel, son malas, de tal manera que esto provoca lo que se llama «síndrome por exceso de información», que deja a la persona paralizada, bloqueada sin capacidad de reacción.

5. Vivimos en la cultura de la inmediatez. Lo queremos todo y lo queremos ya. Es la búsqueda sucesiva de emociones. Se sustituye el sentido de la vida por sensaciones rápidas y sucesivas. Esto va desde las adicciones a las pantallas, a la pornografía, al móvil, las redes sociales… una sociedad que no sabe aplazar la recompensa.