Los socialistas han acordado con el prófugo Carles Puigdemont la última humillación al país que facilita Moncloa en esta legislatura a cambio de conservar el poder
La enésima cesión de Pedro Sánchez a los independentistas consiste en obligar a las empresas de determinado tamaño a disponer de un servicio de atención al cliente en catalán, aunque su sede se encuentre fuera de Cataluña. Los socialistas han acordado con el prófugo ... Carles Puigdemont la última humillación al país que facilita Moncloa en esta legislatura a cambio de conservar el poder. La cuestión no solo afectaría económicamente y desde el punto de vista de la gestión a las empresas, en las que Sánchez ha encontrado un objeto en el que descargar su furia. También denota un cambio de paradigma del nacionalismo, por el cual los independentistas pretenden ya no solo que el Estado no tenga jurisdicción en su territorio, sino mandar en el resto de la nación y doblegar a los demás territorios, gracias, una vez más, a la debilidad de Pedro Sánchez y a su evidente falta de escrúpulos para ignorar incluso el sentido común.
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