Editorial
Putin sobrevive a un golpe que acentúa su debilidad
El caudillo ruso es hoy más peligroso que la semana pasada por su necesidad de reivindicarse ante sus súbditos y ante el mundo
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Iniciar sesiónNi una sola mención al alzamiento de los mercenarios de Wagner dedicó ayer Vladímir Putin en el discurso de su reaparición, ni siquiera para anotarse ante la opinión pública rusa el tanto de haber neutralizado a través de una negociación la amenaza de Evgueni Prigozhin. ... El dirigente ruso evita cualquier mención a un episodio que en apenas unas horas, y sin capacidad de respuesta, mostró la falta de reflejos y medios del Kremlin para hacer frente a un contratiempo de la magnitud de una asonada militar.
Si un régimen autoritario se sostiene sobre la autoridad, Rusia es hoy un Estado fallido, dirigido por un caudillo que cede a los chantajes, negocia con los traidores e improvisa su propia supervivencia. Tocado pero no hundido, herido en su orgullo y desenmascarado por un delincuente, Putin es hoy más peligroso que la semana pasada por su necesidad de reivindicarse ante sus súbditos y ante el mundo, dos frentes de guerra híbrida en los que ha exhibido su incompetencia, incluso como tirano.
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