Suscribete a
ABC Premium

sin punto y pelota

Conspiración judeomasónica

Nuestro presidente grita «fango, fango, fango» y arremete contra la fachosfera

Sobremesa de tablero inclinado

Begoña Gómez amenaza a Friedman

Berta González de Vega

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Los más mayores, pelín hartos de que los jóvenes les cuenten lo que pasó hace 70 años, se acuerdan de que cómo Franco sacaba el comodín de la españolidad del peñón cuando se le torcían las cosas. «Gibraltar, español», muy 'brandy soberano'. La Pérfida Albión ... era el señuelo para distraerse, que hubo chavales exaltados que incluso apedrearon El Corte Inglés alguna vez, según cuenta mi padre, por inglés solo en el logo y no por ser de Areces. En el 69, con oposición un poco más visible por la poquita libertad de prensa de pseudomedios, el dictador cerró la verja y el 'Evening Post' tituló: «Franco, podremos soportarlo». Se acabaron entonces las excursiones a por los 'twinsets', los zapatos ingleses de cordones y las galletas de mantequilla, atractivos de Gibraltar antes de que lo fuera por lavadero de billetes, importante señuelo décadas después para que llegaran mafiosos, más ostentosos y horteras que los parientes de Alfonso Hohenlohe.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia