España negocia para que Gibraltar acepte un tipo mínimo de IVA del 15%

La posición compartida de Bruselas y España se aleja de la planteada hace alrededor de un año por el Reino Unido y la colonia, que ofreció la aplicación de un tipo del 10% que fue rechazado de plano. El alto cargo de Exteriores ha asegurado este martes que tanto el Gobierno como la Comisión Europea tienen un triple objetivo en esta negociación: proteger el mercado interior, evitar distorsiones en el mismo y evitar consolidar un marco de competencia desleal en la comarca del Campo de Gibraltar.

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Bruno Pérez

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Un triple propósito que a ojos del Partido Popular es lo suficientemente vago como para mantener la inquietud sobre el resultado que puede arrojar esta negociación. Para el PP el objetivo debe ser «evitar a toda que Gibraltar siga siendo un paraíso fiscal», según ha dicho el senador Gonzalo Robles, que ha subrayado que «mientras siga habiendo una ventaja fiscal para que las empresas se domicilien en Gibraltar no podrá haber un desarrollo normal en la comarca del Campo de Gibraltar».

El gran escollo de la negociación está en la definición de los impuestos indirectos, es decir, los que gravan el consumo. Durante lustros, Gibraltar se ha beneficiado de, en primer término, la inexistencia y en última instancia de la vigencia de un tipo fiscal reducido sobre productos como el alcohol, el tabaco y los combustibles, que en algunos casos se convertía en exención total. Fernando Sampedro ha reconocido que en la mesa de negociación está la necesidad de que las autoridades del Peñón apliquen impuestos indirectos y especiales sobre el alcohol, el tabaco y el combustible, como parte de las salvaguardas, ha dicho, al acuerdo para garantizar la libre circulación y eliminar la histórica verja que ha separado el territorio del Peñón del territorio español.

Solventados en parte tras los acuerdos de intercambio de información de 2019 y el acuerdo de Nochevieja de 2020 los problemas generados por la domiciliación fraudulenta de empresas con operativa en España en Gibraltar para exprimir su favorable marco fiscal, aunque ello no haya servido para salir de la lista española de paraísos fiscales (sí, de la de la UE), a España le preocupa ahora que Gibraltar acepte la normativa europea de fiscalidad digital, a fin de que no se convierta en un hub de atracción de empresas digitales aprovechando su beneficioso marco fiscal.

Porque en lo que se refiere a los impuestos directos, IRPF, Patrimonio y sobre todo Impuesto de Sociedades, el Gobierno parece asumir que las exigencias a Gibraltar no pueden ir más allá de lo que establece el marco cooperativo de la OCDE, que aunque se dirige a la armonización aún admite importantes diferencias entre territorios.