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SIN PUNTO Y PELOTA

90.000 órganos en desarrollo

¿Qué pasaría si hubiera incentivos que trataran a esos posibles bebés con la misma atención que hacemos con los órganos de los donantes?

Berta González de Vega

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Es ver un charco y salto. Si me arrepintiera, me pondría de propósito de nuevo año no hacerlo, pero no puedo. El charco del periódico de ayer fueron los 90.000 abortos, recuperada en esto la supuesta normalidad prepandemia, que por zoom y con burbujas ... era más complicada la carrera del espermatozoide hacia el óvulo. Ignoro qué impide a tanta pareja, estable o de rollo Tinder, echar mano al socorrido condón. Al leer la cifra, me vinieron a la cabeza las listas de espera de la sanidad pública para las fecundaciones in vitro, los óvulos congelados y donados, el dineral del tratamiento en lo privado, los 337.000 nacimientos al año en España, lustros a la vanguardia mundial del decrecimiento de natalidad y qué será de aquellos niños de vientre de alquiler que esperaban destino cuando cayeron las primeras bombas en Ucrania. Todo eso fue configurando en mi cabeza el gran charco. Vamos.

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