el batallón

Jindama o sanseacabó

La blandengue reacción del sanchismo y sus socios ante Ábalos o 'la fontanera', tiene que ver con el miedo a que tiren de la manta

Más callados que en misa andan en la 'progresfera' ante las correrías por las alcantarillas de los fontaneros y fontaneras que –blandiendo amenazantes la llave grifa contra todo Dios que no se aviene a santificar el sanchismo– Ferraz y Moncloa han dispuesto en el ' ... deep state' para que le alivien el Gólgota judicial al 'Uno' que tiene media familia a punto de banquillo, con todo podrido y hediondo, desde 'su' fiscal general a piezas primigenias del movimiento que iba regenerar España entera, a devolverle la decencia perdida a la política. Militancia, dirigencia y los trompeteros sincronizados guardan un clamoroso silencio ante el chaparrón de miseria moral que les está cayendo. Pero como la militancia, la dirigencia y los trompeteros sincronizados tienen demostradas su gigantescas tragaderas para deglutir cualquier escándalo que intuyan lesivo para la causa, y es tarea imposible que levante la voz contra el 'Uno', fijémonos mejor en el espectáculo equilibrista, entre hipócrita y mendaz, que están dando coaligados y socios de Sánchez en el Frankenstein II, aquellos que se echaban las manos a la cabeza con la «Policía patriótica» y «la utilización de los medios del Estado» del PP para someter al rival.

Absolutamente calancho (vamos, en pelota picada) por ejemplo ha dejado la actualidad a Rufián, que aparenta una mueca de indisposición, como si le tronaran las tripas, y se esfuerza en balbucir una excusa para no exigir un estándar moral a Sánchez y su 'troupe', algo que se aproxime a la ética que lleva cacareando todos estos años. A mediados del pasado noviembre, Rufián se lamentaba, literalmente, de que «el PSOE no tuviera un fontanero o fontanera que sea consciente de la aritmética parlamentaria». ¡Alma de cántaro!, pero si parece que para entonces Pedro y Santos ya habían fichado a Leire Díez, la 'fontanera filatélica y postal', para patrullar la alcantarilla ondeando la llave grifa por la cloaca, dispuesta a ajustar cuentas hasta con la Guardia Civil, los fiscales no afines, los jueces que intuyen hostiles... O qué decir de la vertiente podemita del invento (la original o la herejía sumatoria de Yolanda), que ha clamado cuando intuían que las alcantarillas las transitaba el PP.

Y no hacen nada los socios ante tan estruendoso pedrisco porque temen quedarse sin el chollo que para ellos supone el marido de Begoña y hermano de David, en el bien entendido de que España les trae sin cuidado o, como diría Mariano, cuanto peor, mejor... para ellos. El sanchismo le ha cogido miedo a exagerar su reacción contra su 'fontanera filatélica y postal', porque como Leire empiece a largar arden Troya, Ferraz y La Moncloa; un temor idéntico al que a Sánchez le suscita que Ábalos tire de la manta. El Petardo, la Pájara y el Tocacojones, que anteayer estuvo en los toros, fueron solo un aviso. La jindama a que eso ocurra se ha viralizado por otros vericuetos del Ejecutivo. No hay otra forma de explicar el silencio blandengue que mantienen la directora de la Guardia Civil y los ministros de Defensa e Interior, incapaces de defender a la Benemérita no vaya a ser que termine asomando la verdad y la llave grifa acabe en su cocorota, los desgracie a todos y sanseacabó.