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La Alberca

Puigdemont vale más que Lambán

Sánchez manda al banquillo a sus hermanos discrepantes para hacerle hueco en su once a los antisistema

La pinza de Vox y PSOE contra Sanz

El petardazo del Cabra

Alberto García Reyes

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El autor de la carta de amor colegial y mecánico de la máquina del fango elevó los niveles de intolerancia en la atmósfera, por encima incluso de las gramíneas, cuando erigió el muro contra 'las derechas'. Los cordones sanitarios se le quedaron pequeños a Sánchez ... en su política de trincheras y decidió levantar murallas medievales contra quienes pueden quitarle el gobierno, no exactamente contra las ideas que están en las antípodas de su partido. Eso le permite aliarse con sus antagonistas y castigar a sus propios compañeros, como le puede pasar a Lambán, el último del patíbulo tras Redondo, Leguina, Calvo... El presidente celebró una orgía ideológica cuando exclamó que en las elecciones vascas los partidos que le apoyan habían logrado nueve de cada diez votos: «Hemos ganado nueve a uno». La primera persona del plural le delató. Hemos. Bildu es de los suyos. El PNV es de los suyos. Y por esa regla de tres, los partidos del 'procés' también. Es decir, si el sofisma se lee al contrario, el PSC es parte del 'procés'. El camelo del bloque de progreso ha logrado, según el ábaco sanchista, una victoria por siete a tres en las catalanas tras el fichaje del forajido, lo que quiere decir que Sánchez manda al banquillo a sus hermanos discrepantes para hacerle hueco en el once a los antisistema que le sujetan el sillón.

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