Puigdemont trata de atraer a ERC para que Sánchez les deje gobernar

El candidato de Junts y expresidente de la Generalitat ha asegurado menos de dieciséis horas después de cerrar las urnas que ya ha iniciado «los contactos» con ERC para configurar una alternativa de gobierno a Salvador Illa (PSC), que ganó las elecciones con 42 escaños, siete más que los obtenidos por Junts. Eso sí, Puigdemont ha reconocido que el acercamiento independentista para llevar a cabo este movimiento está «lejos» de cristalizar. «Quedan muchos días, todavía», ha indicado, aceptando que el movimiento secesionista necesita hacer «una reflexión».

Pero el líder de Junts ha propuesto que este espacio para la reflexión se lleve a cabo sin perder la Generalitat. Una decisión que está, ahora, en manos de ERC, que perdió 13 escaños anoche, pasando de los 33 diputados a los 20. «Creemos que hay opciones de poder ir a la investidura con un gobierno de coherencia soberanista y de obediencia catalana», ha dicho, augurando que si no se consigue este gobierno nacionalista no habrá «estabilidad» en Barcelona e incluso podría darse el caso de una repetición electoral, que sería en otoño.

En cualquier caso, ha enviado un mensaje al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha desvinculado lo que ocurra en el Parlament con lo que pueda darse en el Congreso, cámara en la que el PSOE necesita a Junts para gobernar. Puigdemont ha circunscrito la estabilidad en la Cámara Baja del Ejecutivo a que los socialistas cumplan con el acuerdo firmado en Bruselas (Bélgica) entre el PSOE y Junts, que incluye la ley de amnistía y abrir la puerta a una consulta.

Por lo tanto, Puigdemont ha hecho un llamamiento a los de Junqueras. «Descartada la opción de un tripartito [según anunció anoche Pere Aragonès] no hay otra posibilidad, salvo una alianza contranatura alrededor del candidato socialista, no hay más opciones, ya que hemos descartado la 'sociovergència'», ha señalado el expresidente de la Generalitat. Según sus cálculos, la suma independentista llegaría a los 59 votos en una sesión de investidura, frente a los 48 (PSC y Sumar) diputados que sumarían la opción de Illa.

Con estos números, Illa solo podría ser presidente autonómico con el apoyo del PP (15 diputados) y la abstención de Vox (11 electos), una posibilidad que los de Ignacio Garriga siempre han descartado. En esta ecuación, Puigdemont ha dejado sobre la mesa si los socialistas estarían dispuestos a negociar con Vox, después de haber firmado un pacto contra cualquier acuerdo parlamentario con esta formación y Aliança Catalana, el partido de Sílvia Orriols que ha obtenido dos escaños en el nuevo Parlament.

La propuesta por lo tanto pasaría por «un gobierno de coalición» con ERC. Preguntado sobre si ve opciones de prosperar esta iniciativa, Puigdemont ha sido tajante: «Me veo presidente, sí, si no no haría teatro». El líder de Junts ha sido el primero de los candidatos en pronunciarse un día después de las elecciones sobre los próximos pasos a dar. Ahora, la cámara autonómica tiene que constituirse, como muy tarde, antes del 10 de junio, justo un día después de las elecciones europeas.