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Diario de un optimista

El crepúsculo de los dictadores

«Las dictaduras pseudoeslava y pseudochina, que han renunciado a toda influencia ideológica, a diferencia del estalinismo tardío y del maoísmo, ¿serían más eficaces que las democracias liberales y más capaces de garantizar la felicidad de su pueblo? Concretamente y sin posibles matices, la respuesta es no»

Guy Sorman

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No, no hemos vuelto a la Guerra Fría. Esta, que dividió el mundo en dos polos rivales y exigía a cada nación elegir su bando, oponía dos ideologías, dos modelos políticos y económicos: la democracia liberal contra el comunismo. Cada uno pretendía hacer feliz a ... la gente y prometía un futuro brillante; las armas que protegían y difundían estas dos ideologías eran solo la superestructura de una convicción política y filosófica. Entre estas dos concepciones de la historia, algunas naciones del llamado Tercer Mundo, como la India, intentaron, sin éxito, abrir un camino no alineado, neutral. Entre la democracia y la dictadura del partido único, entre la economía de mercado y el comunismo de Estado, había espacio para discursos y posturas, pero no para una economía real ni para una política democrática.

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