Suscribete a
ABC Premium

Álvaro Martínez

Risas que hielan

Kim Jong-un se entretiene matando a su pueblo para lo cual sigue una acendrada tradición familiar que comenzó su abuelo

Álvaro Martínez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No hay una sola imagen de Kim Jong-un en la que quienes le acompañan –normalmente personas uniformadas– no aparezcan riéndose. Ni una, quizá porque la siguiente foto del que no se ría habría que tomarla en el cementerio. El propio sátrapa siempre sale ... como si acabara de contarles un chiste mientras, por ejemplo, aprieta el botón que activa un misil lanzado para acobardar al mundo o cuando recorre las tripas de uno de esos reactores nucleares del régimen, con esa escenografía de máquinas analógicas que parecen salidas de una viñeta de Tintín de principios de los setenta. La sonrisa del dictador de Pyongyang persigue realmente helar la sangre del planeta, como el sádico que, serrucho en mano, se carcajea ante su víctima maniatada en una camilla.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia