Uno de mis maestros

Mi recuerdo es el de un gran profesional, un actor capaz de hacer desde los personajes más angelicales hasta los más torturados, de los más simplistas a otros complejísimos. Como persona, era un hombre educado, correcto y encantandor. Pero me temo que todo lo que diga al respecto son lugares comunes.

Cada día aparece gente nueva con talento; yo no soy de los que dicen: «esto se ha acabado», pero sí son otras formas de aprendizaje, otras formas de hacer. Y lo cierto es que pasa el tiempo y no todos los días nace un Fernando Fernán-Gómez o un José Luis López Vázquez. Como no todos los días nace un Beethoven. José Luis era muy meticuloso, muy cuidador de su trabajo. Un hombre al que le gustaba hacer las cosas bien.

Uno ha ido aprendiendo de todos a los que ha tenido delante: Alberto Closas, Fernando Fernán-Gómez, Adolfo Marsillach, José Luis López Vázquez... Para los que no hemos tenido escuela nuestros maestros eran ellos.

Actor