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Vidas ejemplares

¿Violencia inexplicable?

Tal vez habría que mirar cómo es la educación en las casas

Luis Ventoso

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En general el mundo va a mejor, aunque sostener tal tesis exaspere al autodenominado ‘progresismo’, anclado en una visión ceniza del mundo y siempre abrazado al victimismo. Los telediarios discurren como un carrusel de desgracias, cuando lo cierto es que en el planeta hay hoy ... menos hambre, menos atentados y menos guerras que en el espantoso siglo XX (las estadísticas son irrefutables). Sin embargo a veces ocurren sucesos que te dejan asqueado. Frente a la playa de Riazor de La Coruña, en la parte más risueña de la ciudad, han matado a patadas y puñetazos a un chaval de 24 años, Samuel, un auxiliar de enfermería que trabajaba en un asilo, donde los ancianos lo adoraban. Eran las tres de la mañana, cerca de una zona de copeo. Samuel caminaba con un par de amigas. Una hizo una videollamada. Un tipo que iba con su novia pensó que los estaba grabando y la increpó. Samuel intentó mediar. Lo derribaron insultándolo al grito de «maricón». Luego se juntó una jauría de una docena de chicos y lo cosieron a golpes. Murió reventado dos horas después. Una violencia salvaje y gratuita. Recurrente últimamente en España.

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