Editorial
Historia y periodismo
El archivo secreto del general Manglano, que hoy comienza a publicar ABC, ilumina las zonas menos conocidas desde la Transición hasta el final del felipismo y la llegada de Aznar
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El teniente general Emilio Alonso Manglano, fallecido en julio de 2013, es el padre de la inteligencia moderna española, y como tal debe ser reconocido. Sin embargo, la sociedad española desconoce su figura o tiene una percepción sesgada de toda su actividad profesional al frente de los servicios secretos por dos motivos: la obvia obligación de ser discreto en el puesto que Alonso Manglano ocupó durante quince años al frente del Cesid -hoy CNI- en momentos fundamentales en la historia reciente de España y, por otro, su salida del Centro por la puerta de atrás como consecuencia de los enormes escándalos del final del felipismo. Pero en las dos últimas décadas del siglo XX, Emilio Alonso Manglano fue la persona mejor informada, en línea directa no solo con el Rey Don Juan Carlos, sino con el Gobierno, del que dependía, y con un importante elenco de líderes internacionales en América, África, Europa y Oriente Medio. Éste es, quizá, su mérito más importante: convertir un anquilosado Cesid que ni siquiera supo prever el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 en un servicio de inteligencia moderno, e introducirlo en todos los clubes, europeos y del mediterráneo, así como en entablar una relación de tú a tú con la CIA, el Mossad o los servicios británicos, franceses, argelinos o marroquíes. No en vano, él fue el primer director que pisó la sede de la KGB en Moscú. Además, como jefe de la inteligencia española, el teniente general Manglano actuó siempre de acuerdo a sus principios morales y con un estricto sentido del deber de servicio al Estado en un momento particularmente convulso para una democracia bisoña.
El archivo secreto de Emilio Alonso Manglano, que próximamente será publicado en forma de biografía por dos periodistas de ABC y que este diario comienza hoy a adelantar en exclusiva, es una contribución periodística e histórica de gran relevancia. Durante sus quince años al frente del Cesid, Manglano recogió miles y miles de notas diarias de su trabajo que han permanecido en secreto hasta ahora, lo que ofrece una perspectiva inédita de la España de los años 80 y 90 y arroja luz directa sobre momentos claves de nuestra Historia. Lógicamente, muchos de los secretos desvelados en esas notas manuscritas con la minuciosidad del militar serán incómodos para sus protagonistas, que son las principales figuras de la vida pública española desde la Transición (Don Juan Carlos y los presidentes del Gobierno Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar), con especial atención a los episodios más turbios de corrupción y guerra sucia en el felipismo. Más allá de las opiniones a favor o en contra que puedan despertar sus anotaciones, descifrar públicamente los archivos personales de Manglano es un deber periodístico y una apuesta decidida por la contribución al mejor conocimiento de los años decisivos que ayudaron a consolidar la democracia en España.
Sin duda, ABC contribuye desde hoy a abrir un nuevo espectro en la interpretación de nuestra historia reciente. Forjar una novedosa retrospectiva desde el rigor de las pruebas, y desde la originalidad del material recopilado, supondrá aportar luz a muchos episodios de nuestra vida reciente, que hasta ahora estaban sometidos a la opacidad, cuando no a una deliberada laguna de memoria colectiva. Las revelaciones son trascendentes, y a las pruebas de lo que hoy publica ABC nos remitimos. No es solo una cuestión de interés histórico. Es la contribución a un mejor conocimiento de lo que fue la cara oculta de la estructura del poder en la España de la democracia.
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