Suscribete a
ABC Premium

Barra libre

La quita de la deuda autonómica que insinúa Montoro es un insulto a los cumplidores

Luis Ventoso

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cristóbal Montoro, de 67 años, posee sus virtudes. A diferencia de algunos prodigios de la Nueva Política, de tan florido pico como magros conocimientos, al veterano peón del PP lo adorna una base teórica (es catedrático de Hacienda Pública). Como perenne ministro de Hacienda -sumando ... sus dos etapas, lleva quince años a ello- cabe ensalzar que engrasó la maquinaria del fisco, descuidada tras las frivolidades zapateristas, y también que ha tratado de imponer cierto rigor contable. Por último, sin duda contribuyó a la hercúlea tarea de sacar a España de la sima. Pero en una democracia de más solera Montoro habría dimitido en junio, cuando el Constitucional anuló por unanimidad su reforma fiscal de 2012, un revés que lo inhabilita para el cargo. Tampoco engrandecen su figura gestos tan insólitos como haber amenazado a sectores profesionales desde la tribuna del Congreso, o los interrogantes sobre las relaciones con el poder de una empresa que fundó en la etapa en que no pudo cobrar de la política.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia