Dimite toda la Conferencia de Decanos tras el fiasco de la norma que quita horas de Matemáticas a los maestros

«Agradecemos la rectificación realizada por el ministerio y también que nos digan que abrirán un diálogo con todos los implicados», dijo entusiasmado Luis J. Rodríguez, vicepresidente segundo de la Real Sociedad Matemática Española (RSME) y catedrático de didáctica de la matemática en la Universidad de Oviedo tras conocer la noticia por ABC.

Cuando se conoció el contenido de la orden, la RSME la condenó enérgicamente por la disminución de horas que sufre una materia que consideran capital. Entonces, Rodríguez, dijo que no entendía la decisión cuando existe una clara «conciencia por parte de las administraciones educativas de que la formación matemática de nuestro alumnado tiene que mejorar, como así lo demuestran los bajos resultados en informes como PISA y TIMMS». Algo que será difícil de revertir si los profesores tampoco saben de la materia.

Detrás de la RSME llegó la Sociedad Española de Investigación en Educación Matemática (SEIEM) que advirtieron de que no solo se reducía la formación en Matemáticas: «A lo sumo solo un 5% de la formación del futuro profesorado de Primaria se dedicará a la enseñanza de cada una de las siguientes áreas clave en la formación de la ciudadanía: Matemáticas, Ciencias Experimentales, Ciencias Sociales y Lengua Española», denunciaron en un comunicado. Pero el problema no queda allí. La formación es de un 5 por ciento «si escogen la especialidad, denominada mención, de Primaria, porque el futuro profesorado del resto de menciones propuestas (Audición y Lenguaje, Educación Física, Educación Musical, Lengua Extranjera o Pedagogía Inclusiva) tendrá a lo sumo un 2,5% de su formación orientada a la enseñanza de cada una de estas áreas clave».

Pero la orden tuvo una consecuencia mucho más honda. Para la elaboración de la orden ministerial, Subirats contó con la Conferencia de Decanos de Centros con Títulos de Magisterio y Educación.

Con fecha 28 de marzo la comisión ejecutiva de dicha conferencia (formada por los cinco decanos de la junta directiva) envió un comunicado a los miembros, al que ha tenido acceso este periódico, anunciando su dimisión tras el fiasco de la norma dedicada a la formación de los maestros. Los decanos de la ejecutiva relatan en la misiva que tuvieron el pasado 2 de marzo un encuentro, no solo con el Ministerio de Universidades, sino también con el de Educación sobre la norma en cuestión en la dichos ministerios les informó «que están valorando la situación producida por las numerosas alegaciones recibidas, y exponen que es necesario abrir un nuevo proceso de participación más amplio».

Por este motivo, ellos toman la decisión de hacerse a un costado: «Por nuestra parte, consideramos también, que este es el momento para que otro equipo coordinador de la CoDE (Conferencia de Decanos) inicie un nuevo proyecto global que pueda seguir trabajando por la mejora de la Educación intensamente. Esto supone nuestra renuncia explícita a las funciones que nos fueron encomendadas desde la CoDE y su Comisión Permanente». En la misma carta anuncian que se celebrará una asamblea extraordinaria los próximos 27 y 28 de abril «con el objetivo de llevar a cabo unas nuevas elecciones».

En conversación con este periódico, Julio Latorre, secretario de la Conferencia de Decanos dijo que las elecciones «se producen en el marco de los estatutos» y no relacionó dichos comicios con el problema de la orden ministerial

Si bien desde el Ministerio de Universidades no quisieron precisar con qué actores se va a contar ahora sí dejaron claro que el proceso «va para largo» y que «obviamente la Conferencia de Decanos será un interlocutor, pero serán ellos quienes digan quienes son sus representantes».