Alertan sobre la expansión descontrolada del cangrejo azul americano

«En estos momentos la investigación que realizamos en el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola se centra en conocer las migraciones que realiza el cangrejo azul americano desde el mar hacia aguas dulces y viceversa, con motivo de su reproducción », explica Carmen Barberá, investigadora del Centro de Investigación Marina (CIMAR) de la Universidad de Alicante. Ya se conoce, por ejemplo, que en verano las hembras se desplazan al mar para realizar las puestas, dado que los huevos necesitan cierta salinidad para eclosionar. Mientras que, a principios del otoño, migran junto a los juveniles hacia las masas de agua dulce.

La investigadora indica que, a nivel oceanográfico, resulta difícil justificar cómo se ha expandido el cangrejo azul americano desde el delta del Ebro hacia el sur, dado que «las corrientes no van en este sentido». En su opinión, «habría que pensar más en un vector humano, como pueden ser las aguas de lastre de los barcos».

A nivel ecológico, el impacto del cangrejo azul americano puede ser más elevado en los humedales y salinas , ya que son ecosistemas más cerrados y cualquier cambio les afecta con más intensidad. Aunque en el mar existe un mayor problema socio-económico, ya que afecta a los pescadores. La flota pesquera artesanal es uno de los sectores más afectados: el cangrejo azul americano destroza las redes cuando son capturados de forma accidental.

Desde el CIMAR han localizado todos los puntos donde se encuentra el cangrejo azul americano. «Se ha muestreado desde la desembocadura del río Segura (en Guardamar) hasta el hondo de Elche y ha aparecido en todas partes», aseguran.

Algunos ejemplares de cangrejo azul americano pueden medir más de veinte centímetros de extremo a extremo de sus patas y pesar más de 450 gramos . Se camuflan durante el día y pescan de noche.