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Las cinco especies de serpientes venenosas que alberga España

Víbora cantábrica FERNANDO MARTÍNEZ FREIRÍA

NATURAL

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Hembra de víbora áspid FERNANDO MARTÍNEZ FREIRÍA

Víbora áspid

La víbora áspid es una serpiente de tamaño mediano (menor de 70 centímetros).

En la actualidad, la población ibérica de Vipera aspis no presenta grandes problemas de conservación, explica Fernando Martínez Freiría , del Area de Biología Animal de la Universidad de Salamanca . Sin embargo, puntualiza el experto, la especie está amenazada por la pérdida de hábitat debido a la «intensificación de la agricultura y por el desarrollo de infraestructuras para el turismo y la urbanización». Además, «localmente» es sensible a la muerte directa por parte del hombre y a los atropellos por el tráfico rodado.

Los machos de víbora áspid compiten, a través de combates ritualizados , por aparearse con las hembras reproductoras y, tras la cópula, suelen permanecer junto a ellas para evitar que copulen con otros machos. Las hembras, por su parte, retienen los huevos en los conductos genitales durante varios meses hasta que se desarrollan los embriones y se produce el parto.

Precisamente, los machos son depredados, sobre todo, durante las épocas de cópula , cuando aumentan sus áreas vitales en busca de hembras; mientras que las hembras lo son durante el período de gestación , cuando aumentan sus necesidades térmicas y están más expuestas a aves y mamíferos, como el busardo ratonero o el erizo.

Las hembras y machos de víbora áspid viven 18 años

La víbora áspid habita bosques de coníferas , pastizales subalpinos y bosques de frondosas. Su distribución en España se restringe al sector nororiental: desde Barcelona hasta el norte de Burgos , el valle del Ebro en sus tramos alto y medio y el sistema ibérico septentrional .

Por último, como otra característica reseñable de la especie, mencionar que los ejemplares inmaduros consumen exclusivamente reptiles , mientras que los adultos se alimentan fundamentalmente de roedores .

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Víbora hocicuda FERNANDO MARTÍNEZ FREIRÍA

Víbora hocicuda

La víbora hocicuda es una especie típica de regiones de clima mediterráneo , de tipo húmedo, subhúmedo o semiárido. En la península Ibérica ocupa casi toda su extensión, faltando apenas en su extremo septentrional.

Su tamaño es variable, pero siempre inferior a 60 centímetros.

Su categoría de conservación en España, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza , es de «Casi Amenazada».

El pico de observaciones de víbora hocicuda en España es en septiembre

El período de actividad de la víbora hocicuda, explica José Carlos Brito , del Centro de Investigación en Biodiversidad y Recursos Genéticos de la Universidad de Oporto , se prolonga desde febrero hasta noviembre. «Normalmente no se reúne para hibernar, pero se han detectado grupos de 15 individuos durante la hibernación », puntualiza el experto.

En Cataluña y el norte de Portugal, el pico anual de observaciones de la especie coincide con los meses de septiembre y octubre, durante la época de reproducción.

La víbora hocicuda es diurna , pero durante el verano adquiere hábitos nocturnos. Época en la que, curiosamente, consume más presas .

La longevidad estimada para un macho de la especie es de 11 años y de 14 años para las hembras.

Y, al igual que la víbora áspid, es ovovivípara .

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Macho de víbora cantábrica FERNANDO MARTÍNEZ FREIRÍA

Víbora cantábrica

La víbora cantábrica es de talla mediana, en comparación con otras víboras europeas (longitud inferior a 60 centímetros).

Su categoría de amenaza en España, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) , es de «Preocupación Menor» .

La Vipera seoanei es un endemismo ibérico que ocupa masas forestales abiertas y húmedas. En España se encuentra en casi toda Galicia , en áreas costeras de Cantabria , en áreas de montaña de clima atlántico del norte de León, Palencia, Burgos, Álava y Navarra , y también en el extremo occidental de Zamora .

Se trata de un depredador diurno de estrategia de caza al acecho , por lo que raramente busca activamente a sus presas: roedores, insectos, reptiles, anfibios o incluso volantones de aves, explica José Carlos Brito , del Centro de Investigación en Biodiversidad y Recursos Genéticos de la Universidad de Oporto .

Su periodo de actividad anual se extiende desde marzo hasta octubre.

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Culebra de cogulla occidental JUAN M. PLEGUEZUELOS

Culebra de cogulla occidental

La culebra de cogulla occidental es el ofidio más pequeño que habita la península Ibérica: su longitud total máxima es de 598 milímetros.

Su estado de conservación en España es «Casi Amenazada» , según la categoría que le otorga la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) .

La Macroprotodon brevis practica la caza al acecho , al igual que ocurría en el caso anterior, con la víbora cantábrica. Y consume presas de tamaño relativamente grande: las mata con el veneno inoculado por sus colmillos posteriores.

Se trata del «colúbrido mediterráneo más escaso en la península Ibérica», puntualiza Juan M. Pleguezuelos , del Departamento de Biología Animal y Ecología de la Universidad de Granada . «Las poblaciones de los Arribes del Duero, en Zamora, están aisladas del resto de las poblaciones españolas, por lo que merecen especial atención», advierte el experto.

La especie se localiza en la mitad sur de la península, siendo más abundante y mejor su distribución en el cuadrante suroccidental ibérico , con respecto al suroriental.

Solo la mitad de las hembras maduras de culebra de cogulla se reproducen cada año

La culebra de cogulla occidental «probablemente se esté viendo afectada por la proliferación del jabalí y la aridez creciente en la mitad sur de la península Ibérica», considera Pleguezuelos. «Por su reproducción bienal y pequeño tamaño de puesta, tienen poca capacidad de recuperación frente a sucesos imprevistos que afecten a sus poblaciones», detalla el experto. Solo la mitad de las hembras maduras se reproducen cada año, y el tamaño de puesta es de 4,2 huevos en promedio (que eclosionan a partir de mediados de agosto).

Suele habitar pastizales al borde de arroyos, dolinas de sierras calizas, claros del bosque mediterráneo o dehesas «siempre que existan piedras bajo las que construir sus galerías». Salen al exterior raras veces , normalmente al atardecer y por las noches templadas.

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Culebra bastarda JUAN M. PLEGUEZUELOS

Culebra bastarda

La culebra bastarda , al contrario que ocurría con la cogulla occidental, es «probablemente el colúbrido terrestre más abundante en la región mediterránea de la península Ibérica», continúa Juan M. Pleguezuelos , del Departamento de Biología Animal y Ecología de la Universidad de Granada .

Por su capacidad para soportar altas temperaturas utiliza a menudo las carreteras para desplazarse, siendo atropellados numerosos ejemplares, confirma el experto.

La culebra bastarda ha sido introducida en Mallorca e Ibiza

Debido a su gran tamaño (puede alcanzar los 2.290 milímetros de longitud) es «especialmente perseguida por el hombre , pues la considera depredadora de especies de interés cinegético y aves de corral». Sin embargo, confirma Pleguezuelos en el portal Vertebrados Ibéricos , «nada de esto parece hacer retroceder sus poblaciones, y hay indicios de que podría estar ganando dominancia en la comunidad de colúbridos mediterráneos en la península Ibérica, ya que se adapta bien a los paisajes modificados por el hombre ».

En España, la Malpolon monspessulanus solo está ausente de la mayor parte de las dos provincias gallegas más septentrionales, Asturias, Cantabria y País Vasco ; en el resto está ampliamente repartida, excepto en las partes más altas de las montañas. En las Islas Baleares, en cambio, ha sido introducida en Mallorca e Ibiza.

Habita en todo tipo de biotopos por debajo de los 2.160 metros de altitud y es frecuente en los cultivos , construcciones, basureros , etc..

Es muy generalista en su dieta : se han encontrado más de treinta especies presa sobre las que depreda, subraya Pleguezuelos.

Los machos alcanzan la madurez sexual con una talla corporal inferior a la de las hembras. Y son territoriales: durante la época de celo entablan combates .

A lo largo del año, normalmente, está activa desde mediados de marzo hasta mediados de noviembre.

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