El PSOE maniobra para echar a Gómez

El secretario general de los socialistas madrileños, inexpresivo y sin mover un músculo, se «hizo el sueco». Fue una excusa. El pleno no había comenzado ni había sonado el timbre que lo anunciaba. Sin embargo, algunos consideran que la única frase que pronunció refleja la tesitura en la que se encuentra: rechazado en muchos sectores de su partido , que dudan de que con él se puedan ganar las autonómicas de 2015, al tiempo que le culpan de la sangría continúa en las urnas.

Del «soto voce» se ha pasado ya a hablar sin tapujos. El primero en hacerlo ayer fue el secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Le instó a que «se plantee que algo ha fallado por sus resultados». Así, le invitó «a él y a todos los barones del PSOE con un apoyo inferior a la media el 25-M a dimitir ». Y añadió:«No sería justo» que una persona —en referencia al secretario general del PSOE— asuma «en exclusiva» la responsabilidad».

El 25-M, el PSM obtuvo los peores resultados de su historia en la región: el 18,94% de los sufragios (419.000), frente al 29,88% del PP. Gómez, que fue en su día el alcalde más votado de España, ha perdido 16 puntos en cuatro años si se comparan los mismos comicios con los de 2009 (815.000).

Sin embargo, lejos de entonar el «mea culpa», Gómez descartó tras el veredicto de las urnas que fuera a dimitir. El exalcalde socialista de Getafe, Pedro Castro, fue el primero en pedir su relevo entonces. «El PSMnecesita nueva gente, un nuevo proyecto político y nuevas formas de abrir el partido a la calle», le reprochó. Ayer volvió a la carga y le pidió «grandeza para dar un paso atrás al frente del partido y dejar paso a caras, ideas y formas nuevas».

Gómez echó en su día balones fuera y replicó a Castro que ya había movido ficha el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien anunció su marcha, convocó un congreso extraordinario que se celebrará en julio, y en noviembre, primarias.

Gómez ha intentado que no le salpique la tormenta. Un temporal que se ha llevado por delante a Pere Navarro, el secretario general del PSC, y a Patxi López, «motu proprio», entre otros.

El secretario general del PSMes el único de los barones de la vieja guardia que se resiste a tomar medidas para que corran los nuevos aires que quiere impulsar el PSOE. Por ahora lo ha logrado, pero no se sabe aún hasta cuándo. Durante el pleno se le vio circunspecto y después, gesticular y hacer aspavientos en el pasillo con el diputado del Grupo Parlamentario Socialista Juan Barranco.