Zelenski purga sus servicios de Inteligencia por ayudar a Rusia
También ha suspendido el cargo de Irina Venedíktova, fiscal general
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Iniciar sesiónEl presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, nombró ayer «transitoriamente» o «en funciones» como director del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) a Vasili Maliuk en sustitución de Iván Bakánov, apartado de sus funciones el domingo por Zelenski, quien a su vez también dejó en ... suspenso el cargo de la fiscal general, Irina Venedíktova.
Ambos son sospechosos de «alta traición», pero, según aclaró ayer la Presidencia ucraniana, no están cesados, sino «apartados de sus cargos» mientras se investiga y esclarece el grado de implicación en el delito de colaboración con el enemigo que presuntamente habrían cometido. Venedíktova fue ya sustituida el domingo al frente de la Fiscalía General por Oleksiy Simonenko.
Zelenski dejó en suspenso el cargo de Bakánov «de conformidad con el artículo 47 de la Carta Disciplinaria de las Fuerzas Armadas de Ucrania», que se refiere al «incumplimiento de los deberes de servicio que causaron bajas humanas, otras consecuencias graves o crearon la amenaza de tales consecuencias». En cuanto a Venedíktova, fue apartada sobre la base de una norma incluida en la ley marcial declarada en mayo, que deja las manos libres al jefe del Estado para suspender a un funcionario cuyo nombramiento o destitución esté dentro de su autoridad. El presidente nombró al fiscal general por decreto con el consentimiento del Parlamento.
Sin embargo, el Departamento Jurídico de la Rada Suprema (Parlamento unicameral de Ucrania) sostiene en un informe que la Constitución no faculta a Zelenski para decidir sobre la destitución de los funcionarios a su cargo. Según Oleksandr Marusyak, experto en Derecho Constitucional citado por la web ucraniana 'Liga.net', «ni la Constitución ni la ley pertinente sobre la Fiscalía prevén la posibilidad de que el presidente destituya al fiscal general». Sin embargo, añadió el jurista, «el presidente, sin el consentimiento de la Rada Suprema, reemplazó al fiscal general, asignando sus funciones a otro sin especificar ningún periodo de tiempo concreto».
Por su parte, el miembro del Comité de Seguridad Nacional de la Rada, Fyodor Venislavsky consideró que los decretos de Zelenski son legalmente correctos. A su juicio, «bajo la Ley Marcial, las decisiones deben tomarse con prontitud, a veces no hay tiempo para consensuar cada uno de los pasos procesales».
Gran número de traidores
Zelenski argumentó el domingo tras firmar los decretos que las «rotaciones» acometidas en el SBU y la Fiscalía General están motivadas por la presencia de «un gran número de traidores». Se da la circunstancia de que los actuales ceses estuvieron precedidos de la detención de Oleg Kulínich, que había venido ocupando hasta marzo el departamento del SBU dedicado a Crimea, oficina que tuvo que trasladarse a Jersón tras la anexión de la península por Rusia. Para ilustrar sus temores, el presidente ucraniano se refirió precisamente a Kulínich, a quien los investigadores acusan de pasar información a Rusia clasificada como «secreto de Estado».
Zelenski también recordó sus decisiones con respecto a varios responsables regionales de los servicios secretos y citó la destitución, el pasado 31 de marzo, del jefe del SBU en Jersón, Serhiy Krivoruchko. «Ahora no tengo tiempo para dedicarme a los traidores. Pero poco a poco serán todos castigados», afirmó entonces Zelenski.
Según 'Liga.net', el 25 de marzo, el alcalde de Jersón, Igor Kolyjáev, reconoció que algunos de los concejales del Ayuntamiento huyeron de la ciudad antes de ser ocupada por las fuerzas rusas. Y, el 24 de febrero, cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, lanzó la invasión de Ucrania, los empleados locales de la Fiscalía, la Policía y el SBU ya se habían ido de Jersón.
El 24 de junio, la web del medio estadounidense 'Politico' adelantaba que Zelenski quería destituir a Bakánov, amigo suyo desde la infancia, porque fue quien nombró a Kulínich y no actuó adecuadamente contra los «traidores» que permitieron a las tropas rusas avanzar rápidamente desde Crimea y ocupar toda la región de Jersón en los primeros días de la guerra.
Resulta que, según sospechan en la presidencia ucraniana, Kulínich ordenó desmantelar los campos de minas junto a la frontera con Crimea facilitando así los movimientos de las fuerzas rusas. Según Zelenski, «este individuo fue destituido por mí al comienzo de la invasión y, como podemos ver, esa decisión estuvo absolutamente justificada. Hemos reunido suficientes pruebas para poderle notificar que es sospechoso de traición a la Patria».
A finales de mayo, también fue cesado el jefe del departamento del SBU de Járkov, Román Dudin. «No trabajó para proteger la ciudad desde los primeros días de una guerra a gran escala, sino que solo pensó en sí mismo. Los agentes de la ley desvelarán sus motivos», aseguró Zelenski. Según sus palabras, «se han abierto también 651 procesos penales relativos a traición y colaboracionismo de empleados de la oficina del fiscal, de órganos de instrucción previa al juicio y de otros estamentos obligados a aplicar la ley».
El máximo dirigente ucraniano alertó además de que «más de 60 funcionarios de la oficina del fiscal y del SBU permanecieron en territorio ocupado y han estado trabajando contra nuestro Estado», advirtió Zelenski el domingo.
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