Los siete kilómetros que separan a Rusia de la OTAN
La construcción de una valla y la inminente entrada de Finlandia en la Alianza Atlántica han acentuado las diferencias entre los vecinos de Imatra, una ciudad a caballo entre Svetogorsk y San Petersburgo
«Tengo miedo de que lo paguemos caro», así viven en la frontera con Rusia la entrada de Finlandia en la OTAN
Guerra Rusia-Ucrania, en directo
Imatra (Finlandia)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión«En Fuengirola estaba mejor. El tiempo no tiene nada que ver con el de aquí». Seguramente es lo último que uno espera escuchar en Imatra, una pequeña ciudad en la frontera de Finlandia con Rusia. Las palabras las pronuncia Sara, una finlandesa ... que hace cuatro meses trabajaba en España gracias a un programa de estudios. Ahora lo hace en un quiosco de esta pequeña ciudad a tan sólo 7 kilómetros de Rusia.
La OTAN, más cerca que nunca de Rusia, patrulla por primera vez Finlandia
Jordi MartínezLos sitios web de seguimiento de vuelos en línea capturaron un avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos realizando una incursión frente a la frontera rusa
Nuestra charla se interrumpe cuando un hombre llega a comprar el periódico, que lleva en primera página la cara de Putin y una bandera de la OTAN. En casi todas las portadas figura algún titular relacionado con la guerra de Rusia. Al país más feliz del mundo también le quita el sueño el conflicto.
Caminar por Imatra es hacerlo por una ciudad que vive en silencio. Sus calles están vacías, al igual que los escaparates de algunos comercios que parecen cerrados para siempre. Rara vez te cruzas con alguien paseando, en muchas ocasiones son sombras que se alejan hasta doblar una esquina y perderse en la ventisca. «El Covid golpeó muy fuerte la ciudad«, dice Anna Helminem, presidenta del consejo municipal de Imatra.
Suecia
RUSIA
FINLANDIA
Imatra
Noruega
7 km de la frontera rusa
Est.
Let.
Lit.
Bielorrusia
Polonia
ABC
Suecia
FINLANDIA
Imatra
Noruega
RUSIA
Est.
Let.
7 km de la frontera rusa
Lit.
Dinamarca
Bielorrusia
Polonia
ABC
La ciudad ha vivido multitud de cambios en los últimos años. Primero el Covid la paralizó en el tiempo, después la guerra de Rusia la congeló. Este rincón finés de 26.000 habitantes recibía a miles de turistas rusos que cruzaban el paso fronterizo para visitar las saunas y la presa de la ciudad, pero la guerra ha hecho que su día a día cambie para siempre.
«Hasta 2019 cruzaban a diario entre 5.000 y 13.000 personas. Ahora apenas 200«, cuenta desde el cruce fronterizo Kari Kemppinen, uno de los guardas que vigilan la frontera. Supera fácilmente el metro noventa y luce en uno de los brazos el parche de la Guarda Fronteriza Finlandesa, una cabeza de oso junto a una espada. El contraste es tan alto que es difícil imaginar cómo sería el trasiego antes de la guerra. Donde antes hacían fila los coches durante horas para esperar a cruzar a Svetogorsk, en el oblast de Leningrado, ahora solamente hay nieve, que cubre las marcas que dejan los pocos coches que consiguen los estrictos visados para pasar. «Tienes que tener buenas razones para cruzar», dice Kemppinen. En el interior del puesto, las máquinas de rayos X que antes inspeccionaban miles de objetos, permanecen paradas y los tornos inmóviles. Incluso se puede ver a uno de los guardas fronterizos jugando a lanzar la pelota con un perro de la policía canina.
La guerra tiene el poder de pararlo todo, incluso los imponentes trenes que iban y venían de Rusia con interminables vagones repletos de troncos. Ahora yacen estáticos a un lado de la frontera. Pero la relación entre Imatra y Rusia no siempre fue así. «Durante cientos de años la ciudad perteneció a Rusia. Ahora ya no, pero la historia está ahí«, afirma la presidenta del consejo municipal de Imatra. »Los últimos años hemos trabajado mano a mano con Rusia en labores de cooperación«, continúa. Un ejemplo de esa buena relación se encuentra en la frontera. Antes de la guerra, los guardias de ambos ejércitos cruzaban la frontera de manera asidua para visitar a su vecino, estrechar lazos y reforzar la seguridad. Hasta ahora.
Uno de los poderes de cualquier conflicto bélico es paralizarlo todo, el otro es levantar muros donde antes no los había. No sólo de manera metafórica, sino física. Hasta ahora la frontera con Rusia era un bosque que separaba de forma natural los dos estados. Ahora, además de la vegetación, una valla –más simbólica que práctica– separará a finlandeses y rusos. El poder de los símbolos. Como el himno ucraniano que sonaba el año pasado cuando abrían la presa y dejaban pasar el agua, convirtiéndose en una atracción más de la ciudad. «Era una manera de mostrar nuestro apoyo», comenta Helminen. O como la pequeña bandera ucraniana que cuelga del buzón de una casa a cuatro kilómetros de Rusia.
OTAN, al final, sí
El Parlamento de Turquía puso fin al bloqueo que sufría Finlandia para poder entrar en la OTAN. Tan sólo queda el trámite de invitación oficial para que pasen a ser parte de la Alianza Atlántica. Esto supone una nueva realidad geopolítica para más de 5 millones de ciudadanos fineses. Sin embargo, a escasos kilómetros, la noticia se recibe con escepticismo.
Johannes tiene 42 años y puede otear la inmensidad de Rusia. «No creo que vaya a cambiar nada, Finlandia ya protegía la frontera antes de esto. Creo que es una manera de oficializarlo todo», comenta mientras retira la nieve que se acumula en la entrada de su hogar. Sin embargo, le parece bien la decisión de Finlandia de entrar en la alianza militar. «Es como pertenecer a un club social, todo va a seguir igual pero ahora perteneces a un grupo que hace frente a Putin«.
La decisión de entrar en la OTAN ha supuesto un giro histórico en este guion finlandés, repleto de escenarios reales que parecen sacados de una película de Wes Anderson. Desde el inicio de la invasión rusa, el apoyo de la población que era favorable a entrar en la alianza se ha ido multiplicando con el paso de los meses. Donde antes no había lugar para el debate, ahora el apoyo es generalizado. «Me siento más segura», confiesa Laura, camarera en una pequeña cafetería del centro de la ciudad. Desde allí cuenta que cree que la opinión sobre los rusos ha cambiado desde la guerra.
'Si vis pacem, para bellum'
Aunque el apoyo a la OTAN parece unánime, también se pueden encontrar voces críticas. Eija, de 60 años, es una de esas vecinas a las que no les convence del todo esta decisión. Se crió al lado de ese bosque que hace de frontera natural. «Nunca le he tenido miedo a los rusos«, dice desde su taxi mientras recorremos la ciudad. »Creo que Finlandia pagará un precio por esta decisión en algún momento«, afirma con rotundidad. »El precio será alguna base militar«, lanza al aire. »Como decía mi madre, no te fíes nunca de los rusos. Estar al lado de Estados Unidos o de ellos nunca trae nada bueno«.
Aunque en la pequeña ciudad de Imatra no parece importar el hecho de compartir frontera con un país imperialista como Rusia, la política finlandesa dice otra cosa. Pese a que el Ejército sólo cuenta con unos 13.000 profesionales, también disponen del contingente de reservistas más grande de Europa. En el país el servicio militar sigue siendo obligatorio, lo que le permite contar con 900.000 soldados para una ciudadanía de aproximadamente 5,5 millones de habitantes (al más del 16% de la población).
«Creo que Finlandia pagará un precio por esta decisión en algún momento. Estar al lado de los rusos o de EE.UU., nunca trae nada bueno»
El eco de dos guerras contra la desaparecida Unión Soviética aún resuena en el recuerdo de los ciudadanos. Sus conflictos con el país vecino han sido una de las razones que han hecho que Finlandia haya logrado esa movilización por parte de la población. El pasado mes de mayo voluntarios de todas partes del territorio se reunieron en la capital para adquirir o refrescar sus conocimientos militares. En la primera semana de la guerra en Ucrania, creció la inscripción en los programas de defensa voluntaria. «El interés fue alrededor de diez veces superior a los años normales», explicó Ossi Hietala, de 29 años, representante de la MPK, la Asociación Finlandesa de Entrenamiento para la Defensa Nacional en declaraciones a AFP.
El país más feliz del mundo está listo para defender sus fronteras. Ahora, además, lo harán del lado de la OTAN.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete