Más nucleares y menos pacifistas, Los Verdes alemanes destiñen por pragmatismo

Estos son los principios a los que se aferró incluso en momentos muy críticos para la seguridad europea durante la Guerra Fría, como la iniciativa de defensa estratégica de Ronald Reagan conocida como «Star Wars» en 1983, el desastre nuclear de Chernóbil en 1986 o la firma del Tratado INF (Intermediate-Range Nuclear Forces) entre Reagan y Gorbachov en 1987.

Con el tiempo, el partido desarrolló dos tendencias internas: los «fundis», más proclives a perpetuarse como partido protesta, y los «realos», partidarios del pragmatismo y de compromisos, para entrar a formar parte de gobiernos alemanes y lograr así avances políticos concretos. Pero desde que Rusia invadió Ucrania, en febrero de 2022, en el partido Los Verdes están sólo los «realos» y los «hiperrealos», entre los que ha destacado la ministra de Exteriores de la «coalición semáforo» de Olaf Scholz, Annalena Baerbock.

Tras unos primeros meses desde la invasión rusa de Ucrania, en los que desplegó una intensa pero infructuosa labor diplomática en busca de una paz rápida, Baerbock asumió la nueva necesidad de rearme de Alemania y de Europa, mucho antes de que Donald Trump volviera a la Casa Blanca. «Nuestras armas ayudan a salvar vidas», dijo en una entrevista con FAZ en septiembre de 2022, un documento que permanece colgado en la página web de su Ministerio como referente del posicionamiento de Alemania respecto a la ayuda a Ucrania.

Baerbock, que por decisión propia no ocupará ya cargos destacados en el partido en la próxima legislatura, saludó el acuerdo de reforma constitucional para la creación de un fondo ilimitado de gasto en Defensa como «una cuestión de responsabilidad por parte de Alemania». También el presidente regional de Baden-Württemberg, Winfried Kretschmann, acogió con satisfacción el acuerdo entre la Unión Cristianodemócrata (CDU), el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes y subrayó que «esto demuestra la capacidad de acción de los actores implicados y es una señal importante de Alemania a Europa, más necesaria que nunca en la actual situación mundial».

Kretschmann daba así el tono al papel que desde ahora jugará el partido como fuerza de la oposición, capaz de llegar a compromisos y para nada ajena a las cuestiones de Estado. «Eso demuestra la verdadera grandeza», dijo. «Estos tiempos difíciles requieren cooperación y un sentido de responsabilidad por parte de todos los involucrados», justificó Kretschmann, y llamó la atención sobre el hecho de que «el punto de inflexión no se limita a las finanzas, también debe implicar un cambio político y de mentalidad en la política y la sociedad». «Le hemos dado a la CDU y el SPD la oportunidad de hacer lo correcto», ha dicho sobre el acuerdo la nueva líder del grupo parlamentario verde, Katharina Dröge, que ha obtenido a cambio 50.000 millones para protección del clima y transición energética, definiendo así lo que califica como «oposición responsable».