Suecia envía tres buques de guerra a proteger las infraestructuras del Báltico

Kristersson se ha abstenido de atribuir culpas específicas a los recientes sabotajes, pero sugirió que «no hay que ser ingenuo» y que «el hecho de que sigan sucediendo cosas extrañas en el Báltico lleva a suponer que no se pueden descartar intenciones hostiles». «Suecia y sus vecinos ya no tolerarán esto más», ha definido la nueva situación en el Báltico. «Suecia no está en guerra, pero tampoco hay paz», ha explicado este fin de semana en un foro sobre política de defensa en la ciudad de Sälen, «nosotros y nuestros países vecinos estamos expuestos a ataques híbridos que no se llevan a cabo con misiles y soldados, sino con computadoras, dinero, desinformación y amenazas de sabotaje… los nuevos medios de guerra no clásicos se utilizan de forma disfrazada para dañar a otros países».

En la misma conferencia nacional de Folk & Försvar participaba el rey de Suecia, Carlos Gustavo XVI, que escuchó la exposición de la nueva situación de seguridad con gran atención y declaró posteriormente a Aftonbladet: «Por supuesto, debemos ser observadores y prepararnos. Se trata de hechos, esto es serio y grave». »Tenemos que tomarnos muy en serio las situaciones como esta. Es por eso que nos reunimos y por eso hemos visto que la conferencia ha aumentado cada año. Hay muchas organizaciones que quieren involucrarse y aprender más y también que quieren aportar sus conocimientos. Esto afecta a toda la sociedad. Esa es la fuerza de unirse«, dijo el rey de Suecia.

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Carlos Gustavo no considera que se trate de mensajes alarmistas, sino que «creo que la gente requiere un lenguaje sencillo, de una manera completamente diferente a como se hacía hace unos años. Porque ahora es en serio y se debe informar al público, que quiere saber más. Cuanto más sabes, más tranquilo y seguro te vuelves de ti mismo y del mundo que te rodea». El rey de Suecia ha llamado a los suecos a prepararse para posibles situaciones críticas: »Siempre debes pensar en tu propia situación, en tu hogar y en tu familia en todos los contextos. Pero ahora se trata de algo más grande. Y como dije antes, si te preparas, te vuelves más tranquilo y más seguro y puedes ayudar a familiares, amigos y conocidos. Si tienes conocimiento y tienes confianza en ti mismo, también puedes informar a los demás. Y entonces creas mayor seguridad y fuerza».

La ministra finlandesa de Asuntos Exteriores, Elina Valtonen, anunció también el viernes que la OTAN ha solicitado dos de sus barcos. La Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF) multinacional quiere formar una flota que se ocupe de monitorear las infraestructuras de la región formada por unos diez países del norte de Europa que estudian como financiar la misión. El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, ha señalado por su parte que la defensa de Europa tiene lugar en el este del continente, incluida Polonia, y ha propuesto que el gasto de defensa no debería afectar el déficit presupuestario de los países, en una entrevista con la emisora Yle. Sus socios de coalición del partido Finns no están completamente de acuerdo con esta propuesta, pero Orpo no ve otra forma de afrontar los crecientes y necesarios gastos en Defensa.

Según la normativa de la UE, el déficit del sector público no puede superar el 3% del PIB y la deuda no puede superar el 60% del PIB. El primer ministro finlandés admite que las cantidades involucradas en los nuevos compromisos de Defensa son tan grandes que ningún país será capaz de cubrirlos por sí solo y no descarta el apoyo del mecanismo de reparto de la deuda de la UE. La condición, sin embargo, es que los fondos se destinen a donde realmente se defiende a Europa. Sus socios de la coalición gubernamental, el partido populista de derecha «Los Finlandeses» (PS), rechaza sin embargo esta visión. Cuando se adoptó el programa gubernamental a mediados de 2023, se decidió que Finlandia ya no aceptaría un mecanismo relacionado con la deuda conjunta, similar al instrumento de la UE previamente adoptado para la reconstrucción. Orpo, líder de la Coalición Nacional, cree que la defensa de Europa necesita un fuerte apoyo financiero y que Polonia y los países bálticos están a la cabeza de estos esfuerzos.