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La solución al 'bullying' a golpe de bisturí que aplica Brasil

El programa contempla operaciones de cirugía estética para niños a partir de los cinco años como una manera de combatir el acoso escolar y aumentar la autoestima de las víctimas

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La medida impulsada por Brasil genera controversia
Alexia Columba Jerez

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Brasil al que muchos asocian con cuerpos esculturales en un desfile sin fin por las playas doradas de Río de Janeiro se ha convertido en el primer país del mundo en financiar operaciones estéticas a niños a partir de cinco años para luchar contra el acoso escolar, y el absentismo que genera. La relación entre la cirugía estética y Brasil no es extraña, dado que es el segundo país del mundo donde más intervenciones de este tipo se realizan después de Estados Unidos, según la Sociedad Internacional de Cirujanos Plásticos Estéticos (ISAPS). Sin embargo en el estado brasileño de Mato Grosso del Sur han decidido dar un paso más allá en el uso del bisturí que no está exento de controversia.

La promoción de esta solución desde el Sistema único de Salud (SUS) se parapeta en que con ello se pretende reducir el 'bullying' que sufren los jóvenes por algún defecto físico. Ofrecen operaciones gratuitas tanto en centros educativos públicos como privados. Confían que con ello «aumente la autoconfianza de los menores».

Ya que en Mato Grosso del Sur las autoridades detectaron que el curso pasado hubo un aumento significativo de las denuncias por acoso escolar. En Brasil las Encuestas Nacionales de Salud Escolar realizadas muestran que la primera causa de bullying son los defectos físicos, y luego la raza.

El programa incluye rinoplastias para los defectos de la nariz, corrección de orejas de soplillo con otoplastias, operaciones oculares para reducir la miopía y el estrabismo o para acabar con las cicatrices. Todo ello siempre que ronden entre 90 y 300 euros. Y para que se inicie el proceso, y antes de que el paciente entre en quirófano se requiere un informe policial sobre el caso de acoso escolar sucedido y una evaluación psicológica del niño.

Entrada en quirófano

«En primer lugar, hay que decir que, aunque tienen obviamente un componente estético, la mayoría de las cirugías en menores son reconstructivas o tienen un componente funcional. Quizá, la otoplastia, podría considerarse cirugía estética pero se realiza por una malformación congénita. Y no se realizan rinoplastias estéticas en menores», indica a ABC la doctora Concepción Lorca García, cirujana plástica y Vocal de Comunicación de Secpre (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética). Y añade que en cuanto a la peligrosidad de estas operaciones, «todas estas cirugías tienen las mismas complicaciones que la cirugía en adultos».

A este se suman también las operaciones de reducción de pecho a partir de los 16 años. «Someter a reducción de pecho a pacientes de 16 años tiene su controversia. Lo ideal es que cualquier cirugía de este tipo en las adolescentes se plantee una vez que se haya completado el desarrollo mamario, ya que hay una serie de medidas que los cirujanos plásticos tomamos y que nos sirven para saber si el crecimiento o el desarrollo mamario ha parado o no», comenta la doctora García.

La polémica está servida

La pregunta abierta es si se puede atajar un problema de este tipo a golpe de bisturí como plantea Brasil o es un parche que no aborda la cuestión de raíz, y que además podría extenderse como solución fácil para una problema más complejo.

Las voces en contra como la de César Benavides, presidente de la Sociedad Brasileña de Cirugía plástica en Mato Grosso del Sur, apuntan que tratar solo lo externo sin investigar lo que sucede internamente no soluciona el problema, dado que el bullying hay que cambiarlo desde el hogar. Y según la Unesco, sufrir acoso «puede afectar al compromiso de continuidad de los estudios, al rendimiento escolar, se asocia con sentimientos de soledad, consumo de alcohol y cannabis, asi como con pensamientos suicidas».

Joaquín González Cabrera, Adoración Díaz López y Vanessa Caba Machado, investigadores del grupo 'Ciberpsicología' de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), sobre la iniciativa de Brasil consideran que este tipo de actuaciones suponen una doble victimización: ser victimizado y luego tener que modificar el aspecto físico para dejar de estarlo mediante una operación.

Y matizan a ABC que esta medida es contraproducente para las víctimas, pero también para el total de la sociedad ya que en este sentido ofreciendo operaciones de cirugía estética para 'eliminar los defectos', se está reforzando la conducta agresiva del ofensor contra el diferente, y se está atentando contra la valoración positiva de la diferencia. El camino es trabajar la convivencia escolar y un clima positivo de aula que acepte e integre lo diferente. «Tengamos claro que ese no puede ser el camino», afirman.

Espejo deformante

España encabeza la lista europea de acoso escolar con el mayor número de casos. 7 de cada 10 niños en España sufren todos los días algún tipo de acoso, como revela un estudio de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre enero de 2021 y febrero de 2022 detectaron más de 11.000 casos graves de acoso. Asimismo, el informe publicado por Mutua Madrileña y Fundación ANAR, indicaba que uno de cada diez estudiantes españoles fue víctima de acoso el año pasado.

La relación entre el bullying y el interés en la cirugía estética ha sido ya evidenciada en años anteriores. Un estudio de la Universidad de Warwick (Reino Unido) en 2017, daba a conocer que los adolescentes que sufren 'bullying' tienden a ser más inseguros respecto a su físico que sus compañeros de clase. Lo verdaderamente destacable de este trabajo es que los acosadores también mostraban un especial interés por las intervenciones estéticas.

Pero las motivaciones de ambos son distintas, según los investigadores. «Ser víctima de los compañeros deriva en un mal funcionamiento psicológico, lo que aumenta el deseo de cirugía estética, apunta Dieter Wolke, uno de los autores del estudio. «Para los hostigadores, la cirugía estética simplemente puede ser otra táctica para aumentar su estatus social, verse bien o adquirir dominio».

Además, este deseo es superior entre las chicas que entre chicos, y entre los adolescentes más mayores y aquellos que tienen padres con un nivel educativo más bajo.«El deseo de hacerse cirugías estéticas en los adolescentes acosados es inmediato y duradero», explicó el profesor Wolke.

«En el contexto social en el que nos movemos, cualquier diferencia hace que las personas no mimetizadas con su entorno sean vistas como objetivo potencial de burlas, mofas, agresiones verbales o físicas, etc. Esto es lo que hay que cambiar, integrar a todos en el grupo y enseñar a tolerar la diferencia viéndolo con un factor positivo», sentencian los profesores de la UNIR.

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