El Servicio Secreto de Estados Unidos disparó y neutralizó a un hombre armado en las inmediaciones de la Casa Blanca la mañana del domingo, según informó la agencia poco después del incidente.
De acuerdo con el jefe de comunicaciones del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, la agencia había recibido información sobre un «individuo suicida» que se dirigía a Washington desde Indiana.
Los agentes localizaron un vehículo aparcado cerca de la Casa Blanca que coincidía con la descripción y, al acercarse, el sospechoso sacó un arma de fuego, lo que llevó a un enfrentamiento en el que los agentes abrieron fuego. El hombre fue trasladado a un hospital y su estado de salud sigue sin conocerse a esta hora.
Ningún agente resultó herido en el incidente, que será investigado por la División de Asuntos Internos de la Policía Metropolitana de Washington.
Este episodio se suma a una serie de amenazas y atentados frustrados contra Trump durante la campaña y en su primera etapa de presidencia, en un clima de creciente violencia política.
En julio, el expresidente sobrevivió a un intento de asesinato en un mitin en Pensilvania, cuando un francotirador abrió fuego contra él, hiriéndolo en la oreja y dejando un muerto entre los asistentes.
Desde entonces, el Servicio Secreto ha reforzado las medidas de seguridad, ampliando los perímetros de control y endureciendo los protocolos de protección en apariciones públicas.
Las agencias de seguridad han advertido a la Casa Blanca sobre el riesgo de nuevos ataques, en un contexto donde la polarización política se ha traducido en episodios de violencia sin precedentes en la historia reciente de Estados Unidos.
Hay también registradas numerosas amenazas de muerte a Elon Musk, según dijo el mismo en una aparición pública reciente, por los recortes a los que está sometiendo al estado norteamericano.
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