Rusia condecora a los chechenos del regimiento Akhmat que participaron en la detención de los presuntos terroristas

El líder checheno dijo que varios miembros del regimiento Akhmat recibieron una docena de medallas 'Por el Coraje' y veinte premios departamentales del Ministerio de Defensa ruso por su labor en el arresto de los supuestos terroristas. Kadírov se apresuró a mostrar la valía de los nacionales chechenos en la misión de captura de los acusados en su redes sociales, afianzando una vez más su lealtad a Putin. «Los propios luchadores rechazaron la ceremonia de premiación a la luz de los acontecimientos recientes. Por lo tanto, inmediatamente después de recibir sus medallas, regresaron al servicio y se dispersaron a puestos donde continúan sirviendo a su Patria», destacó Kadírov.

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Miriam González

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Los servicios de seguridad ruso difundieron tres vídeos filmados en el momento de detención de los sopechosos y durante los primeros interrogatorios. Los presuntos tiradores aparecen en las imágenes con signos de violencia en su cara, como hematomas y restos de sangre. Uno de ellos, según documentos gráficos que circularon por redes sociales, habría sido mutilado.

Las primeras detenciones se anunciaron el 23 de marzo, menos de 24 horas después del ataque. El FSB dijo que cuatro eran las personas habían perpetrado la masacre y otras siete estaban relacionadas con el tiroteo masivo en la sala de conciertos de la región de Moscú. Las víctimas mortales ascienden a 137, entre las que incluyen tres niños. El atentado fue reivindicado por el Estado Islámico de la provincia del Jorasán, pero las autoridades rusas insisten en mostrar una vinculación entre los presuntos terroristas y Ucrania.

El presidente Vladímir Putin, afirmó que los detenidos se dirigían a territorio ucraniano. Desde Kiev se negó de forma tajante cualquier tipo de relación con lo acontecido en Moscú. Y el Estado Islámico, a través de la agencia Amaq difundió este domingo un video de un minuto de duración sobre el brutal ataque contra civiles.

Pocas horas después de que se produjese el ataque, el presidente de Chechenia lanzó un mensaje de condena. Kadírov se apresuró a enfatizar en aquel momento «que los enemigos intentan socavar la situación desde dentro, utilizando como siempre la cuestión nacional», y añadió que «en ningún caso debe tolerarse la persecución civil por motivos de nacionalidad o religión».

Durante los últimos 20 años se han producido varios atentados terroristas en Rusia perpetrados por chechenos. Cuando Kadírov publicó ese mensaje todavía no se habían conocido detalles sobre la nacionalidad de los atacantes. Según las fuerzas de seguridad, los cuatro tiradores son nacionales de otros estados y varios medios apuntan a Tayikistán como su lugar de origen.

Después de los arrestos varios medios de comunicación rusos comenzaron a difundir imágenes de los interrogatorios. En una de las filmaciones aparece un hombre de rodillas que se identifica como Shamsutdin Fariddun y dice que llevó a cabo el ataque por dinero. La suma prometida por ejecutar esta masacre ascendería a diez mil dólares, según sus propias palabras. Además, aseguró que lo contactaron por Telegram. Fariddun aparece visiblemente tembloroso respondiendo a las preguntas de los efectivos de seguridad rusos. En otros fotogramas se ve al arrestado boca abajo mientras alguien sin identificar sujeta su cabeza para que conteste a cámara.

Durante la tarde del 24 marzo, varias cuentas rusas en aplicaciones de mensajería publicaron una nueva imagen de Fariddum. En la foto se ve al hombre tumbado y semidesnudo. Según blogueros rusos estaría siendo sometido a descargas eléctricas en varias partes de su cuerpo, incluidos los genitales.

Otro de los vídeos que fue ampliamente difundido por redes sociales muestra como presuntos efectivos de seguridad rusos mutilan la oreja a otro de los detenidos e intentan obligarlo a comerla. El hombre identificado como Rajab Alizadeh aparece en una filmación posterior con una venda rodeando su cara mientras contesta a las preguntas. Los otros dos arrestados también presentan signos de violencia y según el contenido publicado se precisó de la ayuda de traductores para realizar al menos dos interrogatorios.