La Policía de Bélgica prohíbe una reunión entre Orban, Zemmour y Farage en Bruselas
Las autoridades locales alegan temer a «desórdenes públicos» y vetan el encuentro cuando ya estaba en marcha
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Viktor Orban
Las autoridades locales de uno de los distritos de Bruselas han ordenado este viernes la suspensión de la reunión de partidos de derecha europeos convocados en vísperas de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, un veto emitido ... cuando el encuentro estaba ya en marcha por temor a «desórdenes públicos».
Líderes conservadores como el francés Eric Zemmour, el euroescéptico británico Nigel Farage y el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, estaban anunciados en el cartel de la conferencia prevista para este martes y jueves, aunque en el caso del mandatario húngaro su presencia no estaba prevista hasta el miércoles.
El acto dio comienzo en una sala de fiestas reservada en el distrito de Saint-Josse-ten-Noode, muy cerca del barrio europeo de Bruselas en donde tienen su sede las principales instituciones comunitarias; después de que otras dos localizaciones les negaran el espacio porque en los días previos las correspondientes autoridades municipales tampoco dieron luz verde al acto.
«He dictado una orden de alcalde para prohibir el evento 'Conferencia Nacional de Conservadores' para garantizar la seguridad pública», ha justificado el edil del distrito bruselense de Saint-Josse-ten-Noode, Emir Kir, para explicar que pidió a la Policía de Bruselas que impidiera la reunión.
«Ni en Etterbeek, ni en Bruselas ciudad ni en Saint-Josse es bienvenida la extrema derecha», ha continuado Kir, en alusión a los demás distritos que pusieron trabas a la celebración del evento.
La actuación de Kir, sin embargo, tuvo lugar horas después de que la reunión comenzara en la sala prevista aunque se llevaba a cabo a puerta cerrada cuando trascendió la decisión de vetarla. Efectivos de la Policía se desplazaron al lugar para impedir la entrada de más asistentes, pero los organizadores han expresado la voluntad de seguir adelante con el encuentro en el interior.
El primer ministro húngaro ha condenado en redes sociales la actuación policial y ha prometido que «no se rendirán». «Supongo que no podían soportar más el libre discurso. La última vez que quisieron silenciarme con la Policía fue en 1988, cuando los comunistas la lanzaron sobre mí», ha declarado.
Por su parte, el primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, ha lamentado lo sucedido y ha criticado la labor policial por el veto sobre esta cumbre. «Lo que ha pasado hoy en el Claridge es inaceptable. La autonomía municipal es una piedra angular de nuestra democracia, pero nunca puede anular la constitución belga que garantiza la libertad de expresión y de reunión pacífica desde 1830. Prohibir las reuniones políticas es inconstitucional. Punto final», ha sentenciado en su perfil de X.
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