Polémica visita de Elon Musk al Pentágono para recibir información militar sobre China, donde tiene negocios

Hegseth negó que se tratara de un asunto relacionado con la seguridad nacional. En una publicación en redes sociales, el secretario de Defensa aseguró que el encuentro tenía como propósito hablar de «innovación, eficiencias y producción más inteligente». El presidente Donald Trump también desmintió las versiones que vinculaban la reunión con China, afirmando en redes que «ni siquiera se mencionará ni discutirá».

El propio Musk, de forma contradictoria, dijo que la reunión era falsa, que se iba a realizar pero sin hablar de China y que el responsable de esas filtraciones sería hallado y denunciado. Claramente, una o varias fuentes en el Pentágono han filtrado a los medios estadounidenses la existencia de la reunión y su contenido.

Musk, según esas fuentes, obtuvo información detallada sobre tácticas marítimas y planes de ataque, centrados en cómo las fuerzas estadounidenses se enfrentarían a China en una guerra, según añadió el diario 'The Wall Street Journal'.

La reunión es llamativa por los intereses de Musk en China, como directivo de Tesla, y dependiente de ese país para la producción de vehículos, y de SpaceX, contratista de defensa de Estados Unidos. Así, podría acceder a secretos militares sensibles a los que no tendrían acceso sus competidores en el mercado.

La visita de Musk subraya su creciente interés en las políticas de seguridad nacional de EE.UU. En el pasado, ha hecho comentarios sobre la adquisición de defensa, sugiriendo que el Pentágono deje de comprar cazas F-35 de Lockheed Martin y apueste por una flota de drones.

Musk también ha visitado recientemente la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y ha participado en la reducción de personal de agencias gubernamentales como Usaid. A pesar de sus estrechos vínculos con China, Musk ha mostrado un interés en la cooperación con Pekín, lo que ha llevado a algunos a ver en él un posible intermediario entre la Administración Trump y el régimen chino.

Dentro de la campaña de recortes de Musk, el Departamento de Defensa de EE.UU. planea recortar entre 50.000 y 60.000 empleos civiles como parte de un esfuerzo por reducir su fuerza laboral en un 5% a 8%, lo que representa aproximadamente 900,000 empleados.

El objetivo se alcanzará principalmente mediante la no sustitución de personal que deja el cargo, con una meta de eliminar alrededor de 6.000 puestos al mes. Aunque el departamento ha implementado planes de despidos voluntarios, la preocupación es que estos recortes afecten la preparación militar, ya que algunos trabajadores civiles podrían ser reemplazados por personal militar.

El plan de recortes incluye la reducción de trabajadores de prueba y despidos voluntarios, con énfasis en no afectar los puestos de seguridad nacional. Aunque el departamento aún no ha estimado cuántos veteranos militares serán afectados por los recortes, se reconoce que podrían ser miles.