Qué está pasando entre Irán y Pakistán y cuáles son los desencadenantes del nuevo foco de tensión en Oriente Próximo
Según los investigadores la situación general de conflicto en Oriente Próximo está haciendo que muchos grupos armados aprovechen la situación para ajustar cuentas
El choque entre Pakistán e Irán abre un nuevo frente en una región en llamas
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Iniciar sesiónEntre Pakistán e Irán ha comenzado una escalada de tensión que ambos quieren evitar. Es la lectura de los analistas, que no creen que un nuevo conflicto vaya a surgir en Oriente Próximo a pesar de los bombardeos de esta semana.
La escalada ... de tensión entre Irán y Pakistán comenzó este martes, cuando Teherán atacó dos cuarteles del grupo extremista suní Jasih al Adl en la provincia de Baluchistán.
Antes de esta ofensiva, el grupo, considerado como terrorista por Irán, había matado a once agentes en una comisaría y la pasada semana asesinaron a un policía en un paso de control.
Irán y Pakistán amagan con desatar una crisis regional
Francisco de AndrésLa reacción comedida de Teherán, tras la represalia también muy medida de Islamabad, indica que el régimen ha sido consciente de su error y ahora quiere salvar la cara
El desencadenante
El reciente atentado en Irán que se produjo en Kermal cerca de la tumba del general Qasem Soleimani y reivindicado por el Estado Islámico habría sido el desencadenante de la escalada de tensión iniciada por Teherán, según los analistas.
Jaish al-Adl, el grupo terrorista al que atacó Irán fue fundado en 2012 por antiguos miembros de una organización extremista activa en la provincia de Baluchistán y vinculado al Estado Islámico. Y es que el martes, Irán no solo bombardeó Pakistán sino que también llevó a cabo ataques contra objetivos vinculados con el grupo yihadista en el noroeste de Siria.
«Los atentados en Kermal han sido bastante graves e Irán teme que el Estado Islámico pueda acceder a su territorio por Pakistán y Afganistán. Puede que Irán haya decidido actuar porque tiene una crisis interna de protestas que han puesto en jaque al régimen», explica Ana Ballesteros, investigadora sénior asociada del Cidob.
Para Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano Arteaga, «la situación general de conflicto en Oriente Medio está haciendo que muchos grupos armados aprovechen la situación para ajustar cuentas sabiendo que todo el mundo está tratando de evitar una escalada», lo que explica porqué se ha desatado este nuevo foco.
No obstante, para entender el origen del conflicto es necesario tener en cuenta la inestabilidad de la zona en la que se están produciendo los ataques. Baluchistán está situada en la frontera de Irán, Pakistán y Afganistán y se trata de una zona en la que además «se juntan grupos criminales y de tráfico de drogas, armas y humano», según apunta Ballesteros.
El hervidero de Baluchistán
En esta zona se concentran muchos grupos armados. En el lado iraní se puede identificar a los Baluches y algunas organizaciones «reclaman a Teherán que tengan más en cuenta las minorías étnicas y religiones del país. Son suníes y tienen un cáriz sectario», explica Ballesteros.
Por su parte, en el territorio pakistaní, «son los grupos laicos revolucionarios los que atacan al Estado buscando diferentes grados de autonomía o la independencia de Baluchistán», apunta la experta.
A pesar de la colaboración entre Pakistán e Irán para controlar ambos movimientos, los grupos escapan a los países vecinos para tratar de escapar a las autoridades. Por ello tanto Teherán como Islamabad se acusan mutuamente de permitir que los terroristas usen sus respectivos territorios. Debido a esta situación los ataques y secuestros son habituales, pero lo que no es habitual es que se produzcan ataques aéreos como los del martes y jueves.
Teherán ha reclamado en varias ocasiones a Pakistán que incremente su cooperación para hacer frente a estas organizaciones debido a que los responsables de los atentados escapan a través de la frontera común. De hecho, el ataque del martes llegó horas después de que el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, se reuniera con el primer ministro interino de Pakistán, Anuar ul Haq Kakar, para abordar la lucha antiterrorista.
Arteaga señala que llevan unos siete u ocho años generando incidentes sobre la fornera. No obstante, ahora, «en esta situación de tensión en la región los grupos están empezando a actuar con mayor libertad y Pakistán no hace suficiente para controlar a los terroristas», apunta el experto.
Tras el ataque del martes Pakistán tildó de «inaceptables» los bombardeos de Irán y advirtió de que acciones como estas podrían tener «consecuencias graves». Menos de 48 horas después Islamabad contestó lanzando un ataque contra el Ejército de Liberación Baluche (BLA) y el Frente de Liberación de Baluchistán (BLF), en el que murieron nueve personas, entre ellas cuatro niños. El Ministerio de Exteriores pakistaní justificael ataque por la «falta de acción» de Irán ante sus «graves preocupaciones» de seguridad.
«Esta acción es una manifestación de la determinación inquebrantable de Pakistán de proteger y defender su seguridad nacional contra todas las amenazas. Pakistán respeta plenamente la soberanía y la integridad territorial de la República Islámica de Irán. El único objetivo del acto de hoy fue la búsqueda de la propia seguridad y el interés nacional», recalcaron.
Pakistán recalca que considera a Irán como «un país hermano» al que «respeta y admira». Eso sí, estas palabras contrastan con las críticas que emitieron contra el país vecino mostrando su total rechazo a los ataques de Teherán del martes. Además, el día anterior habían llamado a consultas a su embajador en Irán y amenazado con no dejar volver a Islamabad al enviado diplomático iraní, que se encuentra de visita en Irán.
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