Paro nacional y bloqueos en Perú para echar a Boluarte del poder

El regreso de las protestas en el país, en forma de paro indefinido, coincidió con un mensaje de la presidenta peruana, Dina Boluarte, realizado en español y en quechua, en el que pidió paz y «unidad para impulsar el desarrollo de la patria».

Desde que Boluarte llegó a la presidencia, el pasado 7 de diciembre, se ha encontrado con un país movilizado y que vive una gran inestabilidad política –desde el 2016 hasta la fecha, Perú ha tenido seis presidentes–. Las protestas en el país causaron hasta el martes 28 muertos (por armas de fuego) y decenas de policías heridos, sobre todo en el sur andino donde en un solo día, murieron diez personas en Ayacucho.

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Paola Ugaz

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En cuanto al exterior, Boluarte también está viviendo tensiones ya que hasta el momento los Gobiernos de México, Colombia, Argentina y Bolivia no la reconocen oficialmente. La injerencia de México provocó la expulsión de su embajador, Pablo Conroy. El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió al destituido Pedro Castillo, quien se encuentra en detención preventiva, durante 18 meses, por el delito de rebelión.

«El tejido social está roto. Hay desconfianza en las autoridades, en la democracia. Los indicadores dicen que somos el país de Suramérica que más desconfía de la democracia. Es insensato que los políticos (Ejecutivo y Congreso) insistan en que aquí no paso nada y decir que solo hay marchas esporádicas. Viven alejados de la realidad», comentó el politólogo Gonzalo Banda al diario 'La república'.

Desde inicios de año, la presidenta Boluarte ha recorrido los medios de comunicación pidiendo que se detenga la violencia, al tiempo que resaltó que «el bloqueo de las carreteras y aeropuertos generan retraso, dolor, pérdidas económicas para el país y para las personas que son impedidas de transitar o se ven obligados a cerrar sus negocios».

«En medio de la violencia no puede haber inversiones y sin eso no hay recursos para atender las necesidades históricas de los peruanos. Es importante generar seguridad jurídica, seguridad política y seguridad social», explicó la presidenta. «Pongamos estas preocupaciones sobre la mesa, dialoguemos, la única forma de entendernos es escuchándonos para concretar acuerdos que se cumplan», añadió.

A principios de la semana, Boluarte viajó a Cuzco e invocó a aquellos que iban a salir a protestar que lo hicieran sin destrozar: «El hambre no tiene color político, la pobreza no tiene ideología. Soy una mujer de izquierda, cierto, pero soy la presidenta de 33 millones de peruanos y peruanas, y todos juntos tenemos que trabajar para sacar a nuestro país adelante».

Entre los grandes afectados por las protestas se encuentra el sector turístico. Después de que cientos de turistas se vieran bloqueados, por el cierre de estaciones y aeropuertos, han sido numerosas las cancelaciones de viajes a Cuzco para conocer la ciudadela inca de Machu Picchu, que antes de las protestas recibía entre 1.000 y 2.000 visitantes de todo el mundo. El 85% del turismo que llega a Perú se va a Arequipa, Cuzco y Puno, que desde diciembre pasado pide la salida de la presidenta Boluarte y el cierre del Congreso.