El Papa solicita el alto el fuego en Gaza: «Que nadie renuncie a la posibilidad de detener las armas»

«No nos rindamos», ha urgido. «Sigamos rezando por Ucrania y también por la grave situación en Palestina e Israel y otras regiones en guerra», ha continuado. Concretamente, ha pedido «en particular» que en Gaza «se dejen espacios para garantizar la ayuda humanitaria y que los rehenes sean liberados inmediatamente».

Esta semana están visitando Roma algunos familiares de rehenes secuestrados por Hamás. Aunque se han reunido con autoridades italianas, curiosamente no se ha celebrado ningún encuentro con ellos en el Vaticano. «Estamos trabajando en esto», explicó el viernes el cardenal Parolin.

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Javier Martínez-Brocal

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El Ministerio de Exteriores de Israel había protestado hace dos semanas porque en sus solicitudes de ayuda humanitaria, el Papa mencionaba exclusivamente Gaza y no las zonas de Israel atacadas por Hamás. Pero Francisco ha mantenido el foco en la crítica situación humanitaria en Gaza.

Por su parte, este domingo el Papa, durante la misa oficial de clausura del Sínodo sobre la sinodalidad, ha mencionado rezado por «las víctimas de las atrocidades de la guerra». A continuación, en el ángelus ha dado las gracias a quienes se sumaron el viernes a la jornada de oración y ayuno por la paz, la segunda que ha convocado desde el ataque de Hamás del sábado 7 de octubre.

En la homilía del ángelus, el Papa ha invitado a los católicos a construir la paz cumpliendo pequeños gestos de fraternidad hacia otras personas. «El amor es una gota que puede cambiar muchas cosas», ha explicado. Se trata de «dar el primer paso, siempre. A veces no es fácil dar el primer paso, olvidar cosas, dar el primer paso – pero hagámoslo. Esta es la gota: dar el primer paso».

Por otro lado, Francisco ha aprovechado el ángelus para enviar su solidaridad a los afectados por el huracán Otis en Acapulco (México). El huracán de categoría 5, con vientos de hasta 277 kilómetros por hora, arrasó el miércoles con todo a su paso y provocó al menos 39 fallecidos e ingentes daños materiales en unas 220.000 viviendas. «Estoy junto a la población de la zona de Acapulco, azotada por un huracán muy fuerte. Rezo por las víctimas, por sus familias y por los que han sufrido graves daños. Que Nuestra Señora de Guadalupe sostenga a sus hijos en la prueba», ha dicho el pontífice.

Francisco también ha saludado a los padres del grupo 'Hijos en el Cielo', que ayuda a familiares de personas que se han suicidado o han fallecido en circunstancias violentas.