La oposición acusa a Meloni de crear en Albania un 'Guantánamo italiano' con inmigrantes irregulares
Polémica tras la visita de la primera ministra italiana a varios centros de detención en territorio albanés, cuyo coste de mantenimiento ascenderá a 670 millones en cinco años
Italia puede batir el récord de abstención en las elecciones europeas
Meloni, con el primer ministro albanés, Edi Rama, en el puerto de Shengjin, Albania
La inmigración irregular enciende las últimas horas de la campaña electoral italiana, con polémica y tensión. Como telón de fondo ha estado la visita relámpago de la primera ministra, Giorgia Meloni, a Albania, donde se juega una partida importante. Visitó los dos centros italianos ... para la recepción y detención de inmigrantes irregulares, donde la líder de Hermanos de Italia vivió un incidente con un parlamentario italiano. Los dos centros son objeto de gran polémica en Italia: para Meloni son un modelo a imitar por otros países; para la oposición son el 'Guantánamo italiano', en referencia a la prisión militar máxima en la base naval estadounidense de Guantánamo en Cuba.
Los dos centros, gestionados por Italia, se abrirán con retraso. En noviembre se anunció con pompa magna que funcionarían en mayo. «Serán operativos a partir del 1 de agosto de 2024«, anunció Giorgia Meloni en rueda de prensa conjunta con el primer ministro albanés, Edi Rama, socialista, después de la visita al centro de detención de inmigrantes en la zona del puerto de Shengjin (el otro es Gjader, visitado poco antes). Meloni y Rama se encontraron con una protesta inesperada. Al puerto albanés llegó el diputado Riccardo Magi, secretario de +Europa (Más Europa), partido político proeuropeo y liberal, que mantiene en parte la tradición del desaparecido Partido Radical.
El parlamentario Magi protestó a Meloni y Rama con carteles contra el 'Guantánamo italiano' y acusó a la primera ministra de electoralismo con la operación de los dos centros. Edi Rama replicó que no habrá un Guantánamo en Albania. Al paso de la comitiva de la primera ministra, Riccardo Magi fue detenido sin contemplaciones por un grupo de agentes albaneses, mientras el político gritaba: «Quítadme las manos de encima, soy parlamentario italiano». Giorgia Meloni bajó del coche y dijo a la seguridad albanesa, en inglés: «Déjenlo por favor, es un diputado italiano». Luego hubo un enfrentamiento verbal con cierta tensión entre la primera ministra y Riccardo Maggi. El diputado gritó: «Si esto le sucede a un parlamentario de la República ante las cámaras de televisión, me imagino qué pasará con los 'poveri cristi'» (término usado por el político para referirse a los inmigrantes, que serán deportados a Albania, como pobres dejados de la mano de Dios). Meloni le respondió de forma polémica: «Mira, pobrecitos...».
Electoralismo
Con visible irritación, criticada en ciertos medios por falta de autocontrol, la primera ministra atacó a Magi al ver electoralismo en su protesta: «Te entiendo, yo también he hecho muchas campañas electorales sin saber si superaría el umbral, quedándome en el 3 por ciento« (en Italia se debe superar el límite del 4% de votos en las urnas para llegar al Parlamento europeo).
Entre las críticas de los líderes de la oposición está el coste de mantener los dos centros, que llegaría a 1.000 millones de euros. «Ese dinero podría servir para reforzar la sanidad pública o reducir las desigualdades sociales», argumentó la líder del Partido Democrático, Elly Schlein. La primera ministra replicó que el gasto será de 670 millones en 5 años y defendió el acuerdo con Albania porque supone un ahorro para Italia. Giorgia Meloni destacó que los dos centros de detención de inmigrantes en Albania «serán un modelo para la Unión Europea», a la hora de «subcontratar la gestión de la inmigración a terceros países». Esta propuesta también se encuentra en el programa del Partido Popular Europeo que se aprobó en Bucarest. Además, el mes pasado 15 países de la Unión Europea pidieron a la Comisión que adoptara nuevas soluciones al problema de la inmigración, citando el modelo italo-albanés.
El diputado italiano Riccardo Magi protesta contra el acuerdo de inmigración entre Italia y Albania durante la comparecencia de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni
Entre los dos centros, la capacidad máxima será de 3.000 inmigrantes. Según Giorgia Meloni, «cada mes entrarán 3.000 y saldrán 3.000, por lo que en Albania se pueden gestionar 36.000 inmigrantes al año«. Está por ver si se realiza la esperanza de la primera ministra italiana, teniendo en cuenta el tiempo necesario para las repatriaciones y los retrasos por la posibilidad de que se planteen recursos ante la magistratura italiana, muy sensible a los derechos de los inmigrantes. El plan exige que los barcos de inmigrantes sean detenidos o rescatados por barcos militares, no por ONG, en aguas internacionales.
El plan exige que los barcos de inmigrantes sean detenidos o rescatados por barcos militares, no por ONG, en aguas internacionales
Solamente los hombres adultos de países considerados seguros (como Túnez, Marruecos y Argelia, Cabo Verde, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Kosovo, Marruecos, Nigeria, Senegal y Túnez, entre otros) serán llevados a Albania y serán separados de otros grupos en el mar. Es decir, mujeres, menores y personas ancianas deberán desembarcar en Italia. La clasificación en medio del mar será complicada, dado que los inmigrantes suelen viajar sin documentos». Giorgia Meloni quiere cumplir a toda costa su promesa: en Italia deben desembarcar el menor número posible de inmigrantes.