Elly Schlein, la nueva cara de la izquierda italiana 'anti-Meloni'

Es hija de dos profesores: madre italiana, con cátedra en Derecho; el padre judío estadounidense, enseñante en Ciencias Políticas. Schlein, que estudió Derecho en Bolonia, participó como voluntaria en el 2008, con 23 años, en la campaña de electoral del expresidente estadounidense Barack Obama, y volvería en el 2012 para su reelección. Sin apenas experiencia de gestión (fue dos años vicepresidenta de Emilia-Romaña), se inscribió en el PD para presentarse a las primarias. Las ha ganado contra todo pronóstico. El claro favorito era Bonaccini, político pragmático y con larga experiencia, votado mayoritariamente por el PD, pero el domingo se impuso Schlein, al ser unas primarias abiertas a todos los partidos de la izquierda.

Hasta ahora, a lo largo de 15 años, en el PD se han sucedido diez secretarios generales, en su mayoría exdemocristianos, como su antecesor Enrico Letta, y políticos que se formaron en el PCI, caso de su rival Bonaccini, que se autodefinía un socialista liberal. Elly Schlein ha sabido captar el voto de los jóvenes y gente harta de la vieja clase política que deseaba una cara nueva. Al igual que en las derechas se eligió la novedad que representaba Giorgia Meloni, también la izquierda apostó por una mujer.

Con Schlein comienza un cambio, un nuevo ciclo en la izquierda. Se presenta como feminista, antiliberal, progresista, ecologista y bisexual, según ha explicado ella misma: «He amado a muchos hombres y mujeres». Es la anti-Meloni. Así se presenta la primera ministra: «Soy Giorgia, soy una mujer, una madre, soy cristiana». En respuesta, Schlein dice: «Soy mujer, amo a otra mujer, hasta que me aguante, y no soy madre. Pero eso no me hace menos mujer».

Elly Schlein es, además de una novedad, un experimento, con gran carga de idealismo y de utopía. La nueva secretaria del PD representa a la nueva izquierda de los derechos LGTBIQ+, minoritaria en el país, y una batalla por la emergencia climática.

«Hemos hecho una pequeña gran revolución juntos. El pueblo democrático está vivo y está listo para levantarse, con un claro mandato de cambio -dijo tras su triunfo-. Seremos un gran problema para el Gobierno de Giorgia Meloni. A partir de hoy, haremos una contribución a la organización de la oposición al parlamento y en todo el país para defender a los pobres que el Gobierno golpea y no quiere ver«.

Bonaccini hubiera llevado al PD hacia una tendencia centrista, identificada con el reformismo. Schlein lo conducirá mucho más hacia la izquierda radical, lo que podría llevarla a aliarse con el Movimiento 5 Estrellas. Con ella todo es posible. Se abren muchos interrogantes. El más inmediato, la guerra de Ucrania. Ella se declara pacifista y no comparte la idea de continuar con el envío de armas a Kiev: «No creo que la guerra se resuelva con las armas».