Musk reitera su apoyo a la extrema derecha alemana mediante una entrevista a su líder a través de su red social

Ahora, ha optado por la misma vía que mantuvo con el magnate estadounidense, Donald Trump, a quien ayudó a ganar las elecciones presidenciales, una entrevista en X, donde podrá ejercer de altavoz mediático ante los usuarios que quieran participar en la escucha del formato.

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Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín

Con una sólida carrera académica y profesional previa a su paso por la política, tiene una unión civil con una mujer proveniente de Sri Lanka con la que educa a dos hijos. El partido confía en su perfil para atraer votos de la izquierda

Alemania se encuentra en mitad de un proceso electoral convocado por el socialdemócrata Olaf Scholz para el 23 de febrero tras la ruptura de la coalición semáforo y la pérdida de confianza del canciller.

De esta manera, Musk lleva a cabo una conocida iniciativa que resulta en el enésimo intento de Elon Musk por interferir en el panorama político europeo, esta vez en mitad de un proceso electoral.

La llegada de las tecnologías de información y comunicación (TIC) han supuesto nuevas vías de cara a la relación entre los partidos y sus votantes. Con ellas, los diferentes actores que han buscado desestabilizar a los Estados miembros de la Unión Europea, como Estado Islámico o Vladímir Putin, encontraron grandes oportunidades mediantes cuentas falsas y algoritmos.

No obstante, las recientes actividades de Musk en la red social de la que es propietario han abierto nuevas incógnitas de las que Bruselas estará atento, vigilante por lo que pueda suceder a raíz de dicha entrevista.

De hecho, en una situación parecida, la Unión Europea abrió un expediente sancionador contra la red social china TikTok durante el proceso electoral en Rumanía por no tomar las medidas a las que le obliga la normativa comunitaria para «evaluar y mitigar adecuadamente» los riesgos de injerencia extranjera.

Más allá de haber manifestado su postura en las elecciones alemanas y ante la evidente posibilidad de que pueda utilizar X a su propia voluntad, Elon Musk ha apoyado en reiteradas ocasiones a otros partidos de la misma ola de extrema derecha alrededor de países europeos.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, cuenta con una estrecha relación empresarial y personal con el multimillonario sudafricano, no exenta de polémicas: Roma habría acordado mejorar la infraestructura avanzada en telecomunicaciones mediante los satélites Starlink por 1.500 millones de euros, otra de las empresas de Musk.

En Reino Unido, Elon Musk manifestó su apoyo al partido Reform UK, liderado por Nigel Farage, a quien acusa, sin embargo, de «no tener lo necesario». El desencuentro se produce tras haberse reunido en Mar-a-Lago, la residencia del presidente electo, Donald Trump, en Florida. El motivo detrás de esta ruptura apunta a ser por un agitador de extrema derecha, Tommy Robinson, a quien Farage considera inadecuado para su partido.

En Mar-a-Lago tuvo lugar una cumbre donde diversos líderes mundiales de ultraderecha, como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, o el presidente argentino, Javier Milei; se reunieron con Trump y su equipo, entre los que destacan Musk o Robert F. Kennedy Jr.

Ante este panorama incitado por Musk, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que «hace diez años nadie podría haber imaginado que nos hubieran dicho que el propietario de una de las redes sociales más grandes del mundo apoyaría un nuevo movimiento reaccionario internacional e intervendría directamente en las elecciones, incluso en Alemania». En la misma línea, el presidente Pedro Sánchez le ha acusado de «azuzar» y de «llamar a votar a los herederos del nazismo en Alemania».