La ministra de Exteriores alemana viaja a China para neutralizar los daños provocados por las declaraciones de Macron

Baerbock enfatizó que supuso «una señal muy importante» que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y Macron viajasen juntos a China, pero subrayó que, si comparten un mercado interno común, los países europeos no pueden «tomar posiciones diferentes sobre el mayor socio comercial del bloque», esto es, China. «El Gobierno federal no coordina con ningún otro socio en la UE tan de cerca estas cuestiones como con nuestros amigos de Francia», zanjó la cuestión.

En opinión de Baerbock, ahora lo más importante es reducir la tensa relación entre China y Taiwán. El 50% del comercio mundial y el 70% de los semiconductores pasan por el estrecho de Taiwán: «Esto significa que el libre acceso al estrecho de Taiwán también redunda en nuestro propio interés económico» y que las tensiones podrían «no ser irrelevantes» para Alemania y la UE. Una escalada militar entre China y Taiwán sería «el peor de los escenarios para todo el mundo, pero especialmente para nosotros, como una de las naciones industrializadas más grandes», dijo.

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Por lo tanto, Berlín está trabajando junto con socios en todo el mundo para reducir la tensión en la región y evitar una mayor escalada. Durante su visita de tres días a China, concentró sus esfuerzos en promover el hecho de que China, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y como el país con «más influencia sobre Rusia», «se comprometa con la paz en el mundo y se involucre en que la brutal guerra de agresión rusa finalmente termine de manera justa».

Antes de volar a Corea y Japón, Baerbock agendó reuniones con su homólogo chino, Qin Gang; un alto dignatario, Wang Yi; y el vicepresidente, Han Zheng, este viernes y mañana. El Gobierno alemán desea expresar su «preocupación» por la situación en el estrecho de Taiwán y reiterar que mantiene su política de no reconocer la independencia de este territorio respecto de China.

Desde Berlín, el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, calificó de «desafortunada» la declaración de Macron, en la que dijo que ser «aliado» de EE.UU. no significa ser «vasallo» y que «no tengamos derecho a pensar por nosotros mismos». Estas palabras abrieron una nueva brecha en el ya muy deteriorado eje franco-alemán y Pistorius puso especial interés en aclarar que «nunca hemos estado en peligro de convertirnos en vasallos de EE.UU.».

Pistorius también insistió en que «para la UE es clave hablar sobre política exterior y política de seguridad, determinar sus propias posiciones, en coordinación con el aliado trasatlántico, Estados Unidos». «Esta es nuestra tarea y no ayuda en nada sembrar discordia con posturas diversas, al final eso sólo ayuda a la política exterior china», apostilló.

El viaje de Baerbock fue anunciado el miércoles y se enmarca en el formato de charla conocido como diálogo estratégico que ambos Estados pusieron en marcha en 2014.

«Estamos muy preocupados por la situación en el estrecho de Taiwán. Esperamos que todos los involucrados contribuyan a la paz y la estabilidad en la región y esto también se aplica a China», explicó una portavoz del Ministerio de Exteriores, Andrea Sasse, para la que las amenazas de hacer uso de la fuerza militar aumentan el riesgo de una conflagración. Sasse repitió que la posición del Gobierno alemán con respecto a Taiwán no ha cambiado y sigue basándose en las «modificaciones del 'statu quo', que solo debe ser alterado de forma consensuada y pacífica».

También la viceportavoz de la Cancillería, Christiane Hoffmann, descartó las dudas acerca de que Alemania se mantiene fiel a su política de «una sola China», lo que implica mantener «buenas relaciones» con Pekín. «Al mismo tiempo, mantenemos relaciones económicas y con la sociedad civil de Taiwán, pero nos alineamos estrechamente con EE.UU., que es el socio de seguridad más importante de la UE, en lo que respecta a Taiwán», señaló, adelantando que, si hay conflicto, Alemania solo mantendría con Taiwán «relaciones de economía, comercio y cultura».