Macron y Scholz escenifican su reconciliación en París y prometen seguir apoyando a Ucrania

El presidente francés y el canciller alemán celebraron la mañana y la tarde del domingo varios actos solemnes en la universidad parisina de la Sorbonne, seguidos de un consejo de ministros bilateral, previo a una cena de trabajo en el Elíseo.

El consejo de ministros bilateral debía celebrarse el mes de octubre pasado, pero Macron y Scholz se vieron forzados a aplazarlo cuatro meses, como consecuencia de un rosario de «controversias», desencuentros y diferencias de fondo en cuestiones esenciales de seguridad militar y energética.

Inaugurando las ceremonias de conmemoración del Tratado del Elíseo, el presidente francés dijo solemnemente: «Alemania y Francia, que desbrozaron el terreno de la reconciliación nacional, deben volver a ser pineras de la refundación de nuestra Europa». El 25 de septiembre del 2017, a los cinco meses de ser elegido presidente, Macron lanzó en la misma universidad de la Sorbonne, su legendaria iniciativa, proponiendo, ya entonces, «refundar Europa», a través de la «afirmación de su soberanía militar, energética, industrial».

Alemania y buena parte de Europa del Este no respondieron al proyecto francés. Y sucesivos gobiernos alemanes criticaron o rechazaron la «soberanía» propuesta por Macron en materia de seguridad y defensa, prefiriendo confirmar su confianza en el compromiso de los EE.UU. con la seguridad de Europa, pagado por los contribuyentes norteamericanos.

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Seis años más tarde, Macron desentierra su ambición, nacional y bilateral, insistiendo: «El futuro, como el pasado, pasa por la cooperación entre nuestros dos países, trabajando como locomotora de una Europa unida. Debemos favorecer una Unión Europea capaz de asumirse como potencia geopolítica en cuestiones de defensa, espacial y diplomática». Hablando de «pareja fraternal», aspirando a volver a ser «motor franco - alemán», Macron no oculta completamente los problemas de fondo, pero aspira a superarlos, cuando afirma ante el canciller de Alemania: «Debemos transformar las controversias y los intereses divergentes en voluntad firma y acción convergente«.

Menos lírico, pero igualmente voluntarista, respondiendo al presidente francés, en la Sorbonne, el canciller Scholz comenzó por insistir en un punto de vista común y ecuménico: «Apoyaremos a Ucrania todo el tiempo que sea necesario ante la agresión imperial de Rusia, prestándole todo el apoyo que necesite».

Ante el debate inflamable de la entrega a Ucrania de tanques alemanes Leopard, Scholz dejó en suspenso una revisión del rechazo de su gobierno a esa petición de importantes aliados, comenzando por los EE. UU. y Polonia. Ante ese debate táctico y estratégico, el gobierno de Macron también ha puesto unas «condiciones» por ahora infranqueables para el posible envío a Ucrania de tanques Leclerc.

Tras las grandes declaraciones de principio, en la Sorbonne, Macron y Scholz deberán discutir de eventuales y desconocidas iniciativas bilaterales durante una cena de trabajo, en el Elíseo.