Michel Barnier comienza a trabajar como 'bombero' de su propio Gobierno
El primer ministro pidió a su ministro de Economía que «rectificase» sus palabras contra Le Pen
El Ejecutivo de Barnier en cuarentena antes de comenzar a gobernar
Antes de comenzar a gobernar, Michel Barnier, primer ministro, ha empezado a trabajar como 'bombero' de su propio Gobierno, intentando apagar los conatos de incendios políticos precipitados por dos de sus ministros.
Presentando sus proyectos como ministro de Economía, Finanzas e Industria, Antoine Armand ... (33 años), militante de Renacimiento, el partido de Emmanuel Macron, anunció que recibiría a los representantes de todas las fuerzas políticas «que estuviesen dentro del abanico del arco republicano», excluyendo de oficio al partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (AN).
Le Pen reaccionó con esta advertencia irónica: «Cuando escucho al señor Armand decir que su puerta estará cerrada a los parlamentarios de mi partido, pienso que el jefe de Gobierno debiera explicar a sus ministros cual es la filosofía de su Gobierno, cuando están por aprobar los presupuestos del Estado». Si Barnier no «respetase» a Le Pen, AN podría votar la censura, precipitando una crisis de gobierno inmediatamente.
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Conocidas las ironías de Le Pen, Barnier se apresuró a echar una broca a su ministro, pidiéndole que «rectificase». Armand corrigió sus palabras y los portavoces de AN continuaron ironizando: «Tememos que esta historia pueda acabar mal. Pero no tan pronto». «El que avisa no es traidor».
«Enterrada» la primera crisis larvada, Agnès Pannier-Runacher (50 años), ministra de la Transición ecológica, la Energía, el Clima y la Prevención riesgos, íntima de Macron, comentó con cierta desenvoltura las tormentas y riadas que han sufrido Cannes y otras ciudades de la Costa Azul, declarando: «Bueno, bueno… Cincuenta milímetros de agua tampoco son las cataratas del Niágara… tampoco es para tanto, vamos».
David Lisnard, alcalde conservador de Cannes, reaccionó con mucha «energía»: «Esta mujer no sabe de lo que está hablando y da muestras de una falta de sensibilidad trágica e irresponsable para las víctimas de unas inundaciones dramáticas para las víctimas». La ministra encajó en silencio, pero Barnier se vio forzado a coger el teléfono para pedir disculpas a Lisnard. El alcalde de Cannes dio cuenta de la llamada del jefe de Gobierno: «Le agradezco la comprensión. Quizá fuese razonable que pusiera orden entre sus ministros, para evitar fallos tan lamentables».
En su insignificancia relativa, el comportamiento de dos ministros próximos a Macron confirma el riesgo de inestabilidad permanente del nuevo Gobierno, el más frágil y amenazado de la historia de la V República.
Michel Barnier debe presentar sus proyectos en la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento Nacional, el próximo 1 de octubre. La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el primer partido del Nuevo Frente Popular (NFP), del que también forman parte el PS, el PCF y los ecologistas, ha presentado un proyecto de destitución del jefe del Estado, acompañado de una moción de censura. Días más tarde deberán conocerse los presupuestos del Estado, el NFP ha presentado otra moción de censura. Y Marine Le Pen ha dejado en suspenso, si los proyectos del Gobierno «no respetan» sus proyectos propios.
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