Meloni ataca a las ONG: «En los barcos de rescate en el Mediterráneo hay inmigrantes, no náufragos»

En réplica al Gobierno francés, la primera ministra italiana ha firmado que «se acabó la república bananera, queremos ser el gobierno de la legalidad»

Meloni, ante la emergencia migratoria: «Defenderemos las fronteras, como han pedido los italianos»

La primera ministra Giorgia Meloni, esta semana en la Cumbre del Clima que se celebra en Egipto EP

Ángel Gómez Fuentes

Corresponsal en Roma

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha manifestado que en los barcos de rescate en el Mediterráneo «no hay náufragos, sino inmigrantes a los que se embarcan en aguas internacionales por transbordo, desde otros buques de enlace, al barco que los acoge y que ... está equipado para atender todas sus necesidades. Legalmente, por lo tanto, no estamos hablando de 'náufragos'». Meloni ha respondido así a las duras críticas de Francia, que ha acusado a Italia de «comportamiento inaceptable» en relación con los cuatro barcos de las ONG que, con más de 1.000 inmigrantes, han mantenido un conflicto con el Gobierno Meloni en los últimos días, presionando para desembarcar en un puerto italiano.

Finalmente, todos los inmigrantes a bordo pudieron abandonar los barcos, tras las inspecciones médicas, con la excepción de la nave Ocean Viking, de la ONG franco-italo-alemana-suiza SOS Mediterranée, que abandonó el martes aguas territoriales italianas cerca de Sicilia, con 234 inmigrantes, para dirigirse a Marsella (Francia). Esta fue la durísima reacción del portavoz del Gobierno francés, Olivier Veran, contra Italia: «El barco estaba en aguas territoriales italianas. Hay reglas europeas extremadamente claras que, además, han sido aceptadas por los italianos, que son de hecho los primeros beneficiarios del mecanismo europeo de solidaridad financiera».

Estas últimas palabras son una referencia al Fondo de reconstrucción europeo, que permitirá a Italia recibir de la UE 200.000 millones de euros, entre préstamos y dinero a fondo perdido. «Es inaceptable la actitud actual del Gobierno italiano -añadió el portavoz del Gobierno francés-, tanto por sus declaraciones como por su negativa a permitir el atraque del barco en el puerto; eso está en contra de todas las normas europeas que han sido aceptadas por todos los países europeos», dijo Olivier Veran.

 

En su réplica a las acusaciones de París, Meloni, durante una asamblea con los diputados y senadores de Hermanos de Italia, atacó también con dureza: «El Gobierno italiano está cumpliendo con todas las convenciones internacionales y la prohibición impuesta a estos barcos de ONG de detenerse en aguas italianas, salvo el tiempo necesario para garantizar las operaciones de rescate y asistencia a personas frágiles, está justificada y es legítima«, comentó Meloni, reiterando que Italia dejó de ser una «república bananera».

«El tema de legalidad -prosiguió la primera ministra- lo consideramos un rasgo distintivo de este Gobierno: hay que volver a respetar las normas y esto se aplica en todos los ámbitos. Se acabó la república bananera en la que se acosa a los ciudadanos y que tanto gusta a la izquierda. Se puede hacer todo, respetando las leyes y respetando a los italianos que respetan las leyes, destacó Meloni.

 

Crítica a los médicos

Giorgia Meloni ha criticado también en cierta forma la decisión de los médicos italianos que, tras inspeccionar a los inmigrantes de barcos de las ONG indicaron que debían desembarcar por considerarlos «frágiles». El Gobierno de Meloni decidió la semana pasada permitir solo el desembarco, por razones humanitarias, a las personas en condiciones de salud precarias, mujeres embarazadas y menores. El hecho de que al final hayan desembarcado todos los inmigrantes se interpretó en los medios italianos como una cesión del Gobierno Meloni ante las presiones de Bruselas, una versión que ha rechazado la primera ministra: «En los periódicos he leído hoy titulares surrealistas, alejados de la realidad. Por ejemplo, la decisión de la autoridad sanitaria de desembarcar a todos los inmigrantes de los barcos de ONG, certificando que son personas frágiles, sobre la base de posibles riesgos de problemas psicológicos, no dependía del Gobierno. La elección de la autoridad sanitaria nos pareció bizarra», dijo Meloni.

En definitiva, el enfrentamiento político sobre el problema de la inmigración se mantiene con la Unión Europea. El vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, ha manifestado que el Gobierno italiano insistirá en Bruselas para que haya una «colaboración e intervención de la UE, con el fin de solucionar el problema de forma solidaria, porque es un tema europeo».

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